Madrid, 7 mar (EFE).- Con un gol de penalti delatado por el VAR, el Barcelona sobrevivió para recuperar provisionalmente el liderato de LaLiga Santander y llenar de presión al Real Madrid, sin margen de error en el Benito Villamarín, contra el Betis el domingo, en un capítulo más de la enconada puja por el dominio de la competición.
El videoarbitraje advirtió al colegiado de la mano de Robin Le Normand. El argentino Leo Messi no falló desde los once metros y desniveló un choque de tensión, de descontento en la grada y de prudencia en los banquillos, sobre todo en el azulgrana. Un alivio para Quique Setién tras el revés y las secuelas del clásico del pasado domingo.
Mientras, el Atlético Madrid y el Sevilla prolongaron el pulso por la zona ‘Champions’ que se apretó con el empate del Getafe contra el Celta, el Mallorca dio un golpe de mano en Eibar en sus sueños de salvación a la que también se aferra el cuadro vigués, con un punto por encima de la zona crítica.
Fue de penalti, a instancias del VAR, y en el tramo final del partido como el Barcelona resopló y recuperó el primer puesto de la tabla. El gol de Messi desde los once metros terminó por disimular la inferioridad azulgrana durante casi todo el encuentro. Superado, especialmente en la segunda mitad, por la Real Sociedad, que respondió a los permanentes elogios a su buen juego.
Le faltó puntería, tino en los últimos metros al equipo de Imanol Alguacil, merecedor de un premio mayor en el Camp`Nou. Más por las llegadas que por las ocasiones.
En cualquier caso salió triunfador el Barcelona, que recupera el pulso tras su derrota en el Santiago Bernabéu y también el liderato. Presiona al Real Madrid, que cierra la vigésima séptima jornada en Sevilla, contra el Betis.
La pugna por los puestos de Liga de Campeones se mantiene tras el duelo del Wanda Metropolitano entre el Atlético Madrid y el Sevilla. Salió airoso el conjunto de Julen Lopetegui (2-2), que conserva su distancia respecto al cuadro rojiblanco, que cosechó un nuevo empate que acumular en su trayecto en LaLiga.
Fue un duelo intenso, vibrante. Como es habitual en los enfrentamientos entre los madrileños y los sevillanos. Hubo goles, alternativas, videoarbitraje y penaltis a partes iguales. Casi todo resuelto en cuarenta y cinco minutos.
No hubo reservas a pesar de las venideras citas europeas de cada uno. Especialmente relevante, decisiva, la del Atlético Madrid. La visita a Anfield el miércoles con el pase a cuartos de la Champions en juego. Para el Sevilla es el primer envite en la Liga Europa, frente el Roma.
En veinticinco minutos pasó todo. El adelanto andaluz por medio del holandés Luuk De Jong. La remontada atlética con el penalti transformado por Álvaro Morata y el gol del luso Joao Felix y el empate del argentino Lucas Ocampos poco antes del intermedio también desde los once metros.
“Ante el no error del segundo tiempo del Sevilla y el nuestro, el partido terminó empatado, como sigue siendo la Liga. Una Liga pareja en la que vamos a estar ahí todos hasta el final. Habrá que estar fuerte y cada uno con el trazo que tiene cada equipo”, analizó Diego Pablo Simeone al final.
El Sevilla sigue asentado entre los cuatro primeros con dos puntos de ventaja sobre el Atlético Madrid, que sigue al margen de los lugares de Liga de Campeones, por detrás de su rival y del Getafe, que no pudo con el Celta (0-0).
El equipo de Jose Bordalás empieza a sentir el cúmulo de partidos y también la necesidad de acumular victorias. No fue capaz de derribar al Celta, para el que cualquier punto es oro.
La zona europea se comprime. Nadie ganó desde el tercer al séptimo puesto. Y también la puja por la permanencia por la que suspira el Celta y se aferra el resto.
Como el Mallorca, que suspira por la salvación después de cosechar en Ipurúa su primera victoria a domicilio de la temporada (1-2). Un triunfo que subraya la mejoría del conjunto balear y que afea el panorama del equipo de Jose Luis Mendilibar, con mucho por hacer y a solo dos puntos de los puestos de descenso.
Dos victorias, un empate y solo una derrota resumen los cuatro encuentros recientes del equipo de Vicente Moreno, al que lideró el japonés cedido por el Real Madrid Take Kubo.
Dani Rodríguez, en la primera parte, encarriló la situación para el Mallorca y Kubo sentenció la victoria. Bigas, en el tiempo añadido, acortó las distancias para el Eibar, que lleva tres derrotas en cuatro encuentros y que el martes recibe a la Real Sociedad en un partido pendiente, vital para el equipo de Mendilibar.
En su decimotercera salida el Mallorca enterró su racha lejos de Son Moix. No ganaba el Mallorca a domicilio desde el pasado mes de abril, en Segunda, cuando venció al Málaga en La Rosaleda.
Santiago Aparicio
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