A sus 26 años de edad, Rodolfo Pizarro es uno de los mejores mediocampistas mexicanos que existen en la actualidad que como pocos futbolistas puede darse el lujo de presumir haber sido campeón en los tres clubes que acumula en su carrera: Pachuca, Chivas y Monterrey. Sin embargo, algo no termina por cuajar con el actual jugador del Inter Miami y parece ser su carácter, sin que esto suene a que es mala persona.
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Quizá debido a esta razón, cuando en su momento fue convocado a la selección mexicana por Juan Carlos Osorio terminó por chocar con el colombiano, quien de manera casi inexplicable poco a poco lo fue relegando.
Recientemente, Pizarro decidió que era el momento de hablar de la complicada relación que llegó a tener con el técnico sudamericano.
“No le gustaba cómo jugaba y él sentía que a mí no me interesaba, que me daba igual si jugaba o no. Es porque así soy yo. Siempre hacía como sus comentarios, pero a mí nunca me hablaba” confesó.
El futbolista tamaulipeco incluso reveló que durante la de Oso en el Tri tenía un grupo de jugadores privilegiados.
“Era muy injusto, no había las mismas oportunidades. Él respetaba las jerarquías y no les hablaba a los europeos como a los demás”, confesó.
Uno de los integrantes de aquel grupo de jugadores de jerarquía es Javier Hernández, quien la mayor parte de su carrera militó en el fútbol europeo y sin que hasta hoy se haya pronunciado en contra de Juan Carlos Osorio, curiosamente no ha dejado de mostrar su aberración por uno de los técnicos que lo marcó en su carrera y quien por cierto lo mandó al banco de suplentes durante sus etapas en el Manchester United y el West Ham United, David Moyes.
“Nunca hubo nada personal entre Moyes y yo. Pero fue un error que lo trajeran. Fue el primer error, pero todavía les persigue ahora”, señala el actual delantero de Los Ángeles Galaxy.
Está muy claro que “Chicharito” guarda en profundo resentimiento por un técnico que indirectamente provocó su salida del equipo que le abrió las puertas de Europa.
“Por eso duró los siete meses que duró. Era muy terco. No tenía adaptabilidad. No se trata de ser un entrenador bueno o malo o de sus ideas, no voy a cuestionar eso. El problema es que no entiendo cómo es posible que no seas humilde o lo suficientemente inteligente como para mantener lo que estaba teniendo éxito; que era la forma de Ferguson, el mejor de todos los tiempos”, reitera.
La calidad futbolística de Rodolfo Pizarro y Javier Hernández está probada, pero el temperamento de ambos a veces no dejará de ser su talón de Aquiles ya sea en México, Europa o Estados Unidos.
