Mediante una carta publicada en el diario AS, Zinedine Zidane se despidió de la afición madridista en lo que parece ser un adiós definitivo en tanto continúe Florentino Pérez en la presidencia del equipo.
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El extenso documento dejó en claro que la renuncia del estratega francés no se debió a cansancio ni a falta de ideas frescas para reforzar al equipo y pelear en el siguiente semestre en la LaLiga y en la Champions Legue, sino a la carencia de respaldo que mostró la gente de pantalón largo sobre su trabajo.
“Me voy, pero no me tiro del barco y no estoy cansado de entrenar. En mayo del 2018 me fui porque después de dos años y medio con tantas victorias y tantos trofeos sentía que el equipo necesitaba un nuevo discurso para mantenerse en lo más alto. Hoy las cosas son diferentes. Me voy porque siento que el club ya no me da la confianza que necesito, no me ofrece el apoyo para construir algo a medio o largo plazo”, señaló.
El técnico galo todavía fue más allá al enfatizar que en el club madridista de un plumazo dejaron de lado todos los títulos que les permitió conseguir.
“Aquí se ha olvidado una cosa muy importante, todo lo que he construido en el día a día, lo que he aportado en la relación con los jugadores, con las 150 personas que trabajan con y alrededor del equipo. Soy un ganador nato y estaba para conquistar trofeos, pero más allá de esto están los seres humanos, las emociones, la vida y tengo la sensación de que estas cosas no han sido valoradas, de que no se ha entendido que así también se mantiene la dinámica de un gran club. Incluso, de cierta forma, se me ha reprochado”, reiteró.
Consciente del peso que tendrán sus palabras, Zidane le mandó un mensaje directo a Florentino Pérez para que la afición merengue lo conozca mejor.
“Me hubiera gustado que en los últimos meses mi relación con el club y con el presidente hubiera sido un poquito diferente a la de otros entrenadores. No pedía privilegios, por supuesto que no, sino un poco más de memoria.
Me dolía muchísimo cuando leía en la prensa, después de una derrota, que me iban a echar si no ganaba el siguiente partido. Me dolía a mí y a todo el equipo porque estos mensajes filtrados intencionalmente a los medios de comunicación creaban interferencias negativas con la plantilla, creaban dudas y malentendidos”, subrayó.