Poco o quizá nada queda del goleador que guió a la selección de Turquía a conquistar el tercer lugar de la Copa del Mundo Corea-Japón 2002.
Con el paso de los años, se diluyó la fama que Hakan Sukur llegó a alcanzar en la liga de su país con el Galatasaray, o bien jugando en Italia en los clubes Torino, Inter de Milán y Parma, además del Blackburn Rovers en la liga inglesa.
Sus opiniones sobre el manejo de la política en Turquía propiciaron que Sukur fuera acusado por el presidente Recep Tayyip Erdoğan como su enemigo tras el intento de golpe de Estado para derrocarlo en 2016.
Desde entonces, Hakan Sukur vive en Estados Unidos, donde a sus 48 años de edad se gana la vida vendiendo libros e incluso como conductor de Uber.
“No me queda nada. Él me lo ha quitado todo: la libertad de expresión y el derecho al trabajo”, declara el ex futbolista turco sobre la persecución que Erdoğan ejerció sobre su persona y que lo obligó a salir de su nación.