Los 15 millones de dólares que percibe de salario por temporada o bien los no menos de 25 millones que exigirían por cederlo de manera definitiva a otro club, son los principales obstáculos que enfrenta el delantero galés para poder salir del Real Madrid, equipo donde le restan dos años de contrato.
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La realidad señala que Gareth Bale no es del agrado del técnico Zinedine Zidane y si continúa en el conjunto madridista lo más probable es que termine la mayor parte de la temporada en la banca, pero desafortunadamente no tiene otra alternativa, pues ningún club a puesto en la mesa una oferta para hacerse de sus servicios.
En días pasados el propio galés reveló que la directiva del Real Madrid le truncó la posibilidad de emigrar desde el año pasado.
“Ha habido oportunidades para irme, pero no lo han permitido y no han hecho nada para que se hiciese. Yo quiero jugar al fútbol. Estoy aún motivado para hacerlo, pero es el club el que tiene el control. Tengo un contrato y lo que puedo hacer es seguir con lo que estoy haciendo y ver qué sucede”, indicó el futbolista durante los días en que estuvo concentrado con la selección de su país.
En tanto se acerca el arranque de la temporada en el fútbol europeo la única opción para Gareth Bale estaría en la Premier League y con el Tottenham, pero los Spurs no pretenden desembolsar mucho por el atacante.