Un error que terminó reflejado en el marcador le costó su tranquilidad al defensor Jeison Angulo, quien en junio de 2017, siendo jugador del Deportivo Cali marcó un autogol en el duelo frente al Medellín, correspondiente a los cuartos de final del torneo colombiano.
A partir de ese momento y durante más de un año, el defensor recibió amenazas de muerte, situación que lo llevó a optar por emigrar del país sudamericano con destino a México.
“Quería salir de Colombia porque ya no jugaba con alegría, mi familia estaba asustada de que si salía a la calle, me pasara algo”, confesó el actual jugador de los Pumas de la UNAM, club que milita en la Liga MX.
La presión que ejercen las barras bravas hacia los futbolistas en Colombia es de tal magnitud que las autoridades no se atreven a tomar cartas en el asunto y resulta común que integrantes de estos seudo aficionados acudan a los entrenamientos para amedrentar a los futbolistas que consideran no rinden lo que se espera de ellos en la cancha.
Prueba de ello es un video grabado en el mismo periodo en que Jeison Angulo fue amenazado, donde observa como un representante del Deportivo Cali se ve en la necesidad de dialogar con un grupo de barristas para que dejen de presionar a los futbolistas.
No hay derecho que hagan esto los llamados hinchas pic.twitter.com/Kq3MY9nOEp
— Francisco J. Velez (@Pachovelez10) March 7, 2017
Hace unas semanas William Tesillo, seleccionado colombiano que milita en el Club León, también recibió amenazas de muerte a través de redes sociales y todo por haber fallado un penalti en la Copa América que dejó fuera a Colombia tras caer frente a Chile en la ronda de Cuartos de Final.
“Dios les de paz en sus corazones (…) acá me quedaría todo el día publicando las amenazas hacia mi esposo y hacia nosotros ¡Una lástima! Estas sentencias para matar me recuerda al asesinato de Andrés Escobar”, expresaba en ese momento Daniela Mejía, esposa del jugador.
Tal y como se menciona, quizá el caso más extremo de violencia en Colombia ligado al fútbol fue el de Andrés Escobar a quien no se le perdonó que haya marcado un autogol en la Copa del Mundo de Estados Unidos y esto le costó la vida a dicho futbolista, quien recibió una descarga de balazos en la ciudad de Medellín el 2 de julio de 1994.
“Y todo fue por un error, por un autogol, pero ahora ya sólo me concentro, me aferro a mi fe y a mi familia porque un día eres Dios, y cuando te equivocas se olvida todo”, es parte del testimonial de Jeison Angulo, quien logró salir sano y salvo de un país donde las barras bravas y sus amenazas son el pan de cada fin de semana.