Buscar la perfección en todo sentido ha sido la constante del hombre a lo largo de la historia. Esa tarea imposible pero digna de tratar incansablemente se trasladó al deporte hace ya algún tiempo con la utilización de la tecnología para brindar una herramienta a los árbitros que ha pasado a ser fundamental en el objetivo de hacer las decisiones arbitrales y el desarrollo de los partidos lo más transparente posible.
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El fútbol se había rezagado con respecto a deportes como el béisbol, fútbol americano y NBA pasando a ser una disciplina vetusta y pica pedrera.
Llegó el VAR y el fútbol cambió. Aunque a los puristas a veces les sigue incomodando y hay quienes están decididamente en contra de abrirse al mundo, somos muchos los que pensamos que no solamente fue la mejor decisión sino que dormimos mucho más tranquilos sabiendo que estamos haciendo lo posible por la más cristalina toma de decisiones.
Paremos ya con argumentos tan pobres como el de que se siguen cometiendo errores y se puede ser tendencioso incluso con el Var. Claro que los tramposos buscarán la manera y errores se van a cometer. Eso hace parte de la naturaleza humana pero el Var minimiza los errores y dificulta la trampa además de darle una gran herramienta a los árbitros para tomar la decisión correcta.
Errores y polémicas se generan con el arbitraje y las reglas en todos los deportes pero no tener el Var sería una actitud anacrónica e irresponsable.
Que no se nos olvide, el Var es humano y como todo lo humano imperfecto
Por Kenneth Garay