Pese al paso de los años, al nuevo mundo en el que el internet manda y el teléfono lleva en sus entrañas el diario vivir de todos nosotros, hay comportamientos y delirios que perduran y a veces parecen hacerse más fuertes.
Escuché y hasta me creí muchas veces de niño que existía una persecución contra los deportistas colombianos. Me refiero a los colombianos por mi origen pero lo mismo aplica para diferentes latitudes.
Que nos menospreciaban, que no creían en nuestro talento, que nunca dejarían a uno de nuestros ciclistas ganar un Tour de France, que Pacho Maturana estaba para ser técnico Del Real Madrid pero no lo dejaban por ser de donde era, etc etc etc
Lo cierto es que todos esos complejos y delirios me los fui quitando al darme cuenta que el mundo va mucho más allá de un deporte o una bandera y que habíamos caído en la trampa de comprar el enfermo concepto de que los deportistas y equipos nacionales representan la patria y nuestro amor a ella.
Los deportistas como todos nosotros, representan sus propias sociedades anónimas y los equipos nacionales lo mejor de una disciplina deportiva específica dentro de un país.
Eso solo eso, deporte y ya. Ni los partidos son guerras entre naciones ni los deportistas soldados defendiendo la soberanía.
Sin embargo lejos de evolucionar con el paso del tiempo y la llegada de todo tipo de tecnología, a veces parece que o nos estancamos o retrocedimos.
Ahora incluso somos testigos a diario y minuto a minuto de sin sentidos tan grandes como que Zidane es enemigo de Colombia porque James no es titular en Real Madrid, Florentino es anti costarricense porque prefirió a Courtois sobre Keylor Navas etc etc etc
Lo mismo aplica a los comentaristas que son insultados y llamados traidores por opinar con objetividad y sin pasaportes
En eso si no se pudo evolucionar aún. En la época de las redes sociales y la inmediatez, la falta de cacumen sigue siendo la misma o quizá empeoró.
Seguimos alimentando delirios de persecución escondidos en banderas y pasaportes y repetimos el discurso de generaciones anteriores pero a veces con más intensidad.
Ah y Egan Bernal (Colombiano) ya ganó el Tour de Francia, sólo para poner un ejemplo de triunfadores en diferentes disciplinas a nivel mundial.
Pero los fantasmas seguirán apareciendo, son una necesidad, una tara, una excusa, una manera de vivir. Es más fácil en vez de analizar y corregir, ser del enorme grupo de los PERSEGUIDOS.
Por Kenneth Garay