Pese a que ya se veía venir, la goleada 8-2 que sacó por la puerta del servicio al Barcelona de la Champions League, fue el trago que rebosó la copa en todo sentido y terminó de sacar a la luz lo mal que estaba el equipo dentro y fuera de la cancha. Ese partido ahora probó ser el principio del fin de la era de Josep María Bartomeu, presidente que había tomado las riendas en el 2014 y que quedara como la peor administración quizás en toda la historia del equipo blaugrana.
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Fue en el 2014 después de la renuncia de Sandro Rosell que Bartomeu tomó el mando para ganar la elección en el 2015 y dejar el equipo 5 años después con una goleada de fracasos y ridículos pese a los 13 títulos conseguidos, que incluyeron el último triplete.
Lo que pesa en lo deportivo es que después del triplete obtenido por Luis Enrique, no volvió a ganar la codiciada Champions aunque los títulos en liga, copa y mundial de clubes le mantenían el rótulo de ganador.
Las remontadas de la Roma y el Liverpool quedan como los puntos más bajos durante su gestión además de la goleada del Bayern. Además la goleada del Bilbao en la Supercopa de España también queda como capítulo de ingrata recordación.
Pero detrás de los escritorios, lo peor fue el Barçagate en el que contrató una empresa para limpiar su imagen y al mismo tiempo atacar a candidatos a la presidencia y a propios jugadores del club como Messi y Piqué.
El caso Neymar que terminó yéndose al PSG, la salida de Suárez también por la puerta de servicio y el Burofax de Messi que luego se convirtió en novela de amor y dolor terminaron de destrozar su lamentable gestión.
Hoy Messi a regañadientes continúa en el Barça pero el futuro se ve mejor, vientos de cambio y de nuevos comienzos en el Culé después de que la goleada de fracasos de Bartomeu fue superior incluso a la del Bayern en Champions.
