No siempre lo que mal empieza mal termina, esto podría aplicársele al América de Cali, cuyo destino parecía ser el menos afortunado, incluso algunos llegando a pensar que se volvería a la B. Pero no ha sido así y no será así para la gloria de sus hinchas, que ahora están a puertas de celebrar un título, esquivo en primera división desde hace un buen rato.
Y todo hay que decirlo, el equipo estaba sufriendo mucho y todo porque el plantel no respondía, porque había jugadores que parecían sacados del amateurismo.
Su presidente, don Tulio Gómez era constantemente vilipendiado en la tribuna por decir lo menos, porque en otras fue amenazado de muerte; su entrenador Alexandre Guimaraes era catalogado como un aprendiz de técnico, y sus jugadores en la misma tónica de la subestimación.
Nadie daba un peso por este América hasta que comenzaron a llegar los resultados.
¿Pero cómo? ¿No que eran muy malos? Pues amigas y amigos, con trabajo y actitud se cambian muchas cosas, entre ellas el fútbol.
América hizo eso,metió ganas, lucha,sacrificio y se hizo el milagro: los cojos comenzaron a correr, los ciegos empezaron a ver y la gente empezó a creer.
Y entonces fecha tras fecha el equipo fue cuadrando caja, jugando mejor y lo que era imposible se transformó: América llegó a la final.
Es Atlético Junior el rival; duro, gran equipo, copero, de nivel todo lo que se quiera, pero viendo este América no se puede dejar de pensar que será un digno rival.
Tendrá para jugar la gran final en su estadio, en el Pascual lo que ya deja de por sí una sensación de fervor de sus hinchas que colmarán el escenario como en los viejos tiempos.
Adivino no soy, pero si puedo decir que si América consigue su estrella 14 lo habrá hecho con méritos enormes y ante la incredulidad de muchos.
Bien por “La Mechita”,cuando se quiere se puede.