Barcelona (EFE).- La capacidad de generar ingresos del FC Barcelona recibió un nuevo golpe a causa de las nuevas restricciones por la pandemia del coronavirus en Cataluña, que han comportado que el club haya decidido cerrar la tienda oficial del Camp Nou y el museo, ya que estas nuevas medidas han disminuido todavía más los visitantes a las instalaciones del estadio.
“Cerramos porque prácticamente no venía nadie y no era rentable, como le está sucediendo ahora a todo el sector comercial. La gente se está quedando en casa. En el momento que las restricciones (cierre perimetral de Cataluña y prohibición de movilidad entre municipios el fin de semana) sean más flexibles valoraremos volver a abrir”, explicaron a EFE fuentes del club.
Estos cierres, que se produjeron el 4 de noviembre, se han sumado a los de otras tiendas oficiales del Barça como la de las Ramblas de Barcelona o la del centro comercial La Roca Village, en Santa Agnès de Malanyanes. En cambio, permanecerán abiertas las situadas en el Paseo de Gracia y en la terminal 1 del Aeropuerto de El Prat, además de la plataforma de venta online.
Las medidas suponen un contratiempo más para la sociedad Barça Licensing & Merchandising (BLM), la marca que creó la entidad azulgrana cuando recuperó en 2018 la venta al por menor del artículos del club, después de haber cedido previamente la gestión a Nike.
En el curso 2018-2019 BLM ingresó 63 millones de euros y en la temporada 2019-2020 tenía previsto traer a las arcas azulgranas unos 80 millones que finalmente disminuyeron a prácticamente la mitad, 45, a causa de la pandemia del coronavirus.
Precisamente, Josep Maria Bartomeu y su junta directiva antes de dimitir decidieron que BLM (junto con Barça Studios, Barça Academies y Barça Innovation Hub) formara parte del proyecto ‘Barça Corporate’, que actualmente busca un socio para fortalecer estos activos, incrementar los ingresos a corto plazo y, según el expresidente, “dotarlos de la inversión y de los recursos suficientes requeridos para su crecimiento en los plazos marcados”.
En la previsión de 828 millones de euros de ingresos para el curso presente que cerró la junta saliente se incluyeron los 100 millones que pagará el socio que entre en el ‘Barça Corporate’, aunque el club azulgrana siempre tendrá más del 51% del negocio.
Por su parte, el museo del FC Barcelona, que tiene prohibidas las visitas guiadas a causa de las restricciones actuales, había previsto ingresar 47,3 millones de euros durante el ejercicio 2019-2020.
La pandemia, que dejó la ciudad de Barcelona prácticamente sin turistas, el perfil principal de visitantes del museo, hizo que este dejara de facturar 18 millones.
“Necesitamos los ingresos de las tiendas y el museo cuanto antes”, admiten desde el club, que en la estimación del presupuesto 2020-2021 que hizo el ex vicepresidente económico Jordi Moix preveía una recuperación progresiva del turismo con un efecto directo en la venta del ‘merchandising’ en las tiendas del club durante los últimos meses del ejercicio.
Pero la junta directiva dimitida dejó claro que esta previsión dependerá de las circunstancias sociales y sanitarias derivadas de la pandemia.
Con la misma advertencia, el presupuesto incluye la suposición de que la reapertura del Camp Nou al público, hecho que evidentemente atraería visitantes a la tienda y al museo, tendría lugar en febrero de 2021, con una asistencia del 25% del aforo, y con la previsión de incrementarlo al 50% a partir de mayo del 2021.
La Barça Store del Camp Nou y el museo, como es obvio, ya estuvieron cerrados durante el confinamiento. Estos dos negocios volvieron a abrir las puertas el 12 de junio y desde entonces las cifras de asistentes, que el club no ha querido facilitar con detalle, han sido muy inferiores a las de antes de la pandemia.