Siguen pasando semanas, días, horas, minutos y segundos y un tema nos sigue rondando en la información y no es otro que Lionel Messi. Dejó de ser solo una noticia propiedad de las páginas deportivas y de especialistas en el tema, para convertirse en un fenómeno social del que opinamos todos.
Leo ha escrito en su carrera las más bellas paginas de fútbol y nos ha permitido disfrutarlas, él se ha encargado de que amemos más este deporte. Con su magia nos ha hecho creer que cualquiera puede ser futbolista. Siempre hace fácil lo difícil y siempre embruja con su calidad y con sus definiciones. Él es sinónimo de Gol y sinónimo de triunfo. El Barcelona a donde llegó siendo un niño, hoy no puede negar que gracias a él, se posicionó como ese segundo equipo del planeta que dirimiría ante el Madrid por el “Clásico del Mundo”.
A las nuevas generaciones quizá les cueste entenderlo, pero la historia indica que con Leo el Barça ganó cuatro de las cinco Champions que posee en su vitrinas. Si hacemos un recorrido lleno de datos y de números, nos encontramos que en todo figura el nombre de Lionel Messi.
Se les olvidará a muchos que de 26 Ligas que tiene el Barça, 10 tienen su firma, y que si buscamos los archivos de las 30 Copas del Rey, 6 fueron conseguidas con Messi vestido de blaugrana. Además, ocho de las 13 Supercopas de España las ganó el club azulgrana con Messi en el campo.
Queremos ir un poco mas allá y nos metemos en estos nuevos torneos que adornan vidrieras y encontramos que las 3 Supercopas de Europa del Barça las gano todas con Messi y los tres viajes y títulos al Mundial de Clubes también todos llevan la impronta del 10 argentino.
Messi es una parte muy importante de la historia del Barça, no la única, pero sí la que hizo que el equipo se posicionara peleando siempre por la grandeza.
Por eso, aterrado leo y miro por estas últimas horas como algunos aficionados de tribuna y otros de micrófono empiezan a querer desprestigiar la carrera del futbolista simplemente agobiados por el duelo y la viudez que perciben sus espíritus ante la inminente salida de quien fuera su ídolo. Es la cruel conclusión que define al ser humano ante la pérdida o ante la derrota. Si no se queda conmigo, entonces hablo mal de él. La bajeza siempre emerge ante la falta de argumentos, como quien grita en las discusiones tratando con volumen de ganar ante los hechos irrefutables de un análisis.
Todo esto es lo que genera Leo Messi, hasta el hecho que la directiva blaugrana encabezada por Bartomeu “ofrezca su cabeza” para tratar de recuperar al jugador emblema. Desesperados movimientos de último momento que colocan a Messi ante un escenario impensado en el que no creo siquiera que el jugador haya analizado.
Las teorías conspirativas siempre rodearon a Messi en el Barcelona. Más de una vez se le acusó de mandar en todo, de quitar y poner jugadores o técnicos, de influir en las compras, de censurar compañeros y hasta de elegir con quién querer jugar en el ataque. Su amistad con Suarez llevó a estas absurdas conjeturas al punto que por el despido de Suárez se le atribuye su renuncia.
La imaginación popular, y desafortunadamente en muchas ocasiones también periodística, han permitido que se diga, se escriba y se lea cualquier cosa. Messi vende y si vende de él hablamos.
Hoy, yo creo en la postura y en la palabra de Messi expresada a través de un recurso legal (burofax) para dar a conocer su decisión de marcharse del Barca. Creo en él desde la buena fe, no creo en presiones, ni en movimiento de ajedrez para que se vaya la cúpula responsable de lo que vive el equipo. No. Messi se debe ir, confío en el hombre y en la palabra porque de lo contrario quedaría como un gran chantajista que pondría al Barca en el peor lugar de su historia.
Lo ultimo de Messi que conocemos mientras escribo estas lineas es que notificó que no se presentara a los exámenes médicos ni a ala primera práctica del equipo. De aquí en más todo serán recursos legales y quizá una guerra entre el jugador y la institución a la que más le dio en su carrera.
Tufillo desafortunado a divorcio traumático con cifras escalofriantes de por medio que quizá dirima con los años la justicia española. Por ahora, desde lo futbolístico, lo único claro es que dejando 634 goles suyos en la historia del Barca y solo con la intención de ser feliz, D10S cambiará de camiseta.