Messi, siempre Messi, nos saca del apuro noticioso cuando él lo quiere y cuando no lo quiere, como en esta ocasión, que el diario El Mundo de España publicó sin tapujos las intimidades de su contrato con el el Barcelona después de la última renovación que data al 2017.
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Quizás fue un gran trabajo de investigación periodística el haber conseguido dicha documentación o quizás el mensajero de una necesidad (idiota útil) con intenciones de hacer daño en estas épocas de un Barcelona preelectoral que el próximo 7 de marzo elegirá Presidente. Por ahora, la “gestora” administra el equipo en espera que los socios sufraguen para elegir quién administrará el desastre que dejó Josep María Bartomeu a su paso por el club.
Hay dos aristas con esta publicación. La gran noticia, pero la malintencionada presentación de la misma. Si el periodismo de hoy no ha suprimido la ética jamás se debió presentar la investigación de El Mundo con ese titular amarillista en el que se opinaba dentro de la noticia.
Aprendimos y eso no debe cambiar porque estamos justamente viviendo tiempos peligrosos que una opinión es verdadera y totalmente libre, pero que la noticia es sagrada. No podemos mezclar información con opinión tratando de influir conceptualmente en nuestros lectores, oyentes o televidentes.
La noticia es una y en este caso específico era el mito del contrato de Messi. Hasta ahí, pero el haberle agregado “faraónico” y “que arruina al Barcelona” mezcló información y opinión. Conocí desde el año 2009 varios periodistas del diario El Mundo porque trabajé para ellos desde las oficinas de Coral Gables en la versión America del diario que además publicaba algunos de esos segmentos en su edición española.
Por eso conozco la ética de trabajo del periódico y la notable capacidad de su entonces director en Estados Unidos, Manuel Aguilera Cristobal. Hoy me extrañé al ver ese titular en el que se apunta directamente a Lionel Messi.
Que se le firmó por 555 millones 237 mil 619 euros brutos por cuatro años no era ninguna novedad. De esas cifras veníamos hablando los medios que en el día a día vivimos el deporte y en especial del fútbol. Lo que fue una novedad fue conocer las intimidades del contrato, la forma en que se especifica como se le paga al jugador y la serie de variantes existentes en los contratos de las superestrellas.
El oportunismo de la publicación en épocas de vacas flacas logró su objetivo e hizo ver a Messi como el villano de una película en donde los pobres mueren de hambre ante la ostentosa mansión del oligarca. Populismo puro. No es otra cosa, a mi juicio, una patraña electoral con intenciones de causar daño. Y no lo afirmo por la noticia sino por su comentario.
Messi llegó siendo un niño al Barcelona y se enfundó por primera vez su camiseta en el Infantil B ante el Amposta el 7 de marzo del 2001 (hace 20 años). Ese día marco su primer Gol (ése no lo cuentan para sus estadísticas). Y los oportunistas se preguntan por qué existe en su contrato una cláusula de fidelidad. Lleva más años Messi ‘casado” con el Barca que muchos de nosotros con quienes fueron nuestras esposas.
Su vida la ha dedicado al equipo catalán, su mundo lo construyó alrededor de su equipo y la ciudad. Sus hijos nacieron y viven allí, siempre ha dado muestras de su amor por Cataluña, pero en el no todo ha quedado en la dialéctica demagogia. No. Todo se lo ha devuelto al Barca con resultados y principalmente con emociones.
Los títulos del Barca se han multiplicado con su presencia y si le damos un valor metálico a su figura los patrocinios del equipo no serían iguales sin la silueta de Messi en los anuncios. Es el mejor jugador de la historia por condiciones, capacidad y sobre todo por permanencia y continuidad. Ninguno de los demás antes que él ha logrado perpetuarse tanto tiempo en la cima. Hoy a su lado rezonga desde Italia, en el tema temporalidad, Cristiano Ronaldo.
Messi vale lo que cobra como muchas otras estrellas que cobran igual o más que el mismo Messi. Todos tienen un valor porque el talento cuesta. Los genios ganan más porque son genios. Por ello me encantó en este cruce de portadas periodísticas la respuesta del diario deportivo Olé desde Argentina con los mismos ojos de Messi en el fondo, pero explicando el porque de su valor.
La respuesta de sus éxitos en cifras con el Barca: 755 partidos, 260 asistencias, 650 goles. Súmenle uno más, el de tiro libre ante el Athletic de Bilbao. Creo yo, que cuando se paró frente al balón, miró a Simón y pensó en El Mundo.