La última semana del Real Madrid ha sido como entrar al laboratorio de Frankenstein…Experimento tras experimento de la mano en esta ocasión de Zinedine Zidane. Un partido en liga ante el Cádiz (gran equipo el Cádiz) en la que con una formación salida de su “tubo de ensayos” sentó a Casemiro y descuaderno el equilibrio del Madrid desde la recuperación.
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Como no hablar en ese partido de la pobreza futbolística de hombres como Marcelo, Isco y hasta el mismo Modric que se vieron superados por un equipo recién ascendido, pero el tema del Madrid pasa por las decisiones de su técnico, más allá que sus defensores de oficio se apoyan en sus logros para seguir defendiendo extemporáneamente la pobreza del presente.
Nadie podrá reprocharle a Zidane el haber alcanzado los títulos que ha logrado (tres Champions y una Liga) en tan poco tiempo, pero eso no le da licencia para conducir erráticamente a un equipo que no sólo vive del pasado, sino que tiene que ratificar todo en presente. El Cádiz presionó de tal manera que Modric y Kroos ante la ausencia de Casemiro nunca supieron por dónde les llovía más ante un equipo que propuso y se re-estreno en primera sacándole los colores al Madrid.
Tal fue el gazapo de Zidane que en su mea culpa del intermedio que optó por cuatro cambios que mejoraron sólo un poco y que nunca le alcanzaron.
Pero cuando creíamos que habíamos visto ya la peor versión del Madrid, este miércoles entendimos que Zidane sabe superarse y a la cancha mandó ante el Shakhtar una formación extraña con su lateral derecho con zapato cambiado y de centro delantero a Jovic que se ha cansado de demostrar que le queda grande la camisa del Madrid. ¡Mientras tanto Benzema en el banquillo cuidando formas para el futuro del sábado próximo!
Error de muchos, no sólo de Zidane. Salió a la cancha a jugar el partido del sábado ante el Barça sin haber sorteado el presente ante el Shakhtar. El peor primer tiempo del Madrid en muchos años. Se dio el lujo de superar el horrible primer tiempo ante el Cádiz. Perder su primer partido de Champions en un grupo en donde esta el Inter y el Borussia Mönchengladbach es comenzar el baile resbalándose y aporreando a la pareja.
Luego vendría un segundo mea culpa en solo 4 días, pero cuando saltaron los que debieron comenzar fue tarde porque la remontada la inició Modric con un golazo y el segundo fue más un regalo de la visita por ingenuidad que un mérito de Vinicius recién entrado.
Ganó el Shakhtar al final 3 a 2 en la “Casa de Don Alfredo”, afrenta difícil de olvidar y la que sólo disculpan los adoradores de Zidane. Numerólogos poco analíticos.
Ahora vendrá, en LaLiga, el Barcelona en la Ciudad Condal y la ruleta de jugarse todo en esapeligrosa mesa, pero Zidane es un jugador de alto rango y buscará allí el todo o nada de un equipo que no pidió refuerzos porque a juicio de su técnico le sobraban jugadores. Si no es Pogba o Mbappé dice no querer a nadie. Allá él.
Lo cierto es que los dos grandes rivales llegan al Super clásico con realidades diferentes. El Barcelona goleó al Ferencvaros y el Madrid cayó ante un Shakhtar remendado, sin 12 jugadores afectados por el COVID-19, pero con amor deportivo y actitud, esa de la que siempre se ufanó tener y de sobra el equipo blanco. Todo cambia y “todo pasa” escribió en su anillo el ya fallecido y cuestionado Julio Grondona.
Cayó el telón de la primera fecha de Champions con la novedad del Madrid haciendo más grande la noticia, fue lógico y normal el triunfo del Barça como más lógico el apabullante triunfo en casa del Bayern ante el Atlético de Madrid. Fue sorprendente la derrota del PSG y de paso importante el triunfo allí del Manchester United. El City en casa dio buena cuenta del Porto sin ser demasiado superior, el Sevilla de Lopetegui deja un gran resultado en la cancha del super poderoso Chelsea, la Juventus sin Cristiano supera a un muy ordenado Dynamo Kiev y el Liverpool de visita en Ámsterdam logra solo un uno a cero con autogol incluido de Tagliafico.
Si hablamos más tenemos que seguir haciéndolo del Atalanta que fiel a su estilo sigue ganando, gustando y goleando. Esta vez su rival fue el livianito Midtjllan de Dinamarca al que le recetó cuatro goles en casa danesa y en el que aparecieron sus tres estrellas de siempre: el argentino “Papu” Gomez y los colombianos Zapata y Muriel. Los tres están dulces ahora. El futuro puede cambiar.
Volvió la Champions y regresó el buen fútbol, menos para el Madrid que sigue en periodo de calentamiento.