Gracias a todos en la cancha…aunque a diferentes ritmos ninguno se guardó nada. Cada quien, con su libreto, el Madrid apostando al vértigo, el Barcelona respondiendo con parsimonia, el Madrid queriendo por pasajes marcar adelantado, el Barça intentando sorprender entre líneas.
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Juego de ajedrez táctico con una primera mitad que la agradeció la grada y el aficionado en la que se vieron opciones de ambos lados, pero con más claridad el Barça dejó la sensación de ser más punzante en los últimos metros. Courtois agrandó más su figura a sendos remates de Arthur y de Messi que pudieron torcer el curso del partido desde muy temprano.
La respuesta del Madrid siempre pasó por elaborar con base en el corte fuerte de Casemiro, en la salida de Valverde, en la movilidad de Isco y en la precisión alemana de Kross…en el ataque el árbol lo movía Vinicius con base en cambios de ritmo ante un Semedo solido por momentos desbordado, pero sin traer consecuencias en contra. Vinícius siempre alegra y deja la sensación que algo va a pasar.
En el Barça el trabajo pasó por las normales intensiones de Messi queriendo una vieja sociedad con Alba y por el desborde físico normal de Vidal como eje de construcción y de destrucción.
La según da mitad comenzó un poco más lenta con un Madrid juntando líneas y no arriesgando con la presión alta permanente y solo Isco sobre los 10 del complemento sacó un disparo a la cruceta del palo derecho y ahí prendió el turbo de Vuelo extra que tiene Ter Stegen seguramente escondido en el abdomen para llegar a mano cambiada y evitar el grito de gol que ya ensayaba el Bernabéu.
Se volvió a acelerar y el Madrid parecía vivir su momento, pero la constante de siempre persigue a los blancos hace rato: No se concluye. Genera y desborda, pero no anota.
Setién dio el primer paso táctico mandado al danés Braithwaite por Vidal y de ahí en más si jugar con un referente de área, pero la “Vida te de sorpresas” y a sólo tres minutos después del ingreso de un delantero para ganar, la respuesta del Madrid parte del cerebro de Kross que con un callejón enorme cedió a Vinicius y el brasileño cerca del primer palo intentó el disparo que rozó en Piqué y se metió al pórtico blaugrana cerca del primer poste de la jugada. Uno a cero ganaba el Madrid en el minuto 70 y quizá merecidamente por la propuesta de la segunda mitad.
Braithwaite insistía con piques para demoler el fondo blanco sin lograrlo, mientras Zidane sustituyó a Isco agotado y de gran partido para refrescar el medio sector con Luca Modric. Apuesta a retener la pelota por los blancos, cuando apareció la respuesta de Setién queriéndose apoyar en la juventud de Fati cambiando a Griezmann y mandando a Rakitic por Arthur. Las últimas balas del técnico blaugrana intentando llevar el partido más cerca de Courtois, pero sin lograr su cometido. Los minutos se esfumaron con un Messi cada vez menos protagonista y más lejos de su zona favorita de gol. El Barça se vio triste, con algunos arrestos pasajeros de fútbol, pero mucho menos que su rival en la segunda mitad.
Zidane cerró sus fichas con Mariano por Karim Benzema y la mitad dominicano, mitad español se dio el lujo de marcar el 2 a 0 con solo 50 segundos en la cancha y después de una “cabalgada” por la derecha para vencer a Ter Stegen para que el Madrid regrese a la cima de la Liga.
Un tiempo para cada uno, Clásico para Zidane, golpe fuerte para Setién, pierde la punta el Barça y el fútbol permite que la ruleta de las emociones vuelva a poner a los blancos en olor de multitudes.