Debo confesar que por razones de mi trabajo al aire en el programa Libre Directo de Unanimo Deportes, ver los partidos de Europa se ha convertido en todo un reto. Una mirada larga a la cámara con el show rodando desde el mismo pitazo inicial que hace rodar la pelota en el Camp Nou, una furtiva mirada a la Tele para revisar la primera intención de ataque de un Barcelona que esta vez, a pesar de todo, creyó en la remontada.
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La Semifinal de la Copa del Rey entre los blaugrana y el Sevilla, repetía emociones de hace solo cuatro días pero ahora en Copa y no en Liga. Dibujó perfecto en el pizarrón Koeman el equipo de este miércoles y con dos carriles largos en Dest y Alba no solo abrió la cancha del Sevilla una vez mas sino que esta vez si la hizo más larga.
El partido pareció mas un libreto de Hollywood porque el aficionado desde el sillón y los tres candidatos a presidente del Barca en la grada, tuvieron de todo. Una postura en escena con el drama institucional como heraldo periodístico, un resultado de 0-2 en contra, un regreso increíble de Pedri a quien vimos salir en muletas el domingo y acarreó el balón con la finura de su pie en el medio juego catalán. Solo falto el público.
Y el crédito al diseño táctico del equipo de casa ante un Sevilla que terminó algo encogido a pesar de los momentáneos regresos dentro del partido. Pegó primero y temprano el Barca con un golazo de Dembelé que se inventó sus propios espacios, apostó a su propia geometría y regresando o reculando le pega de media distancia para sorprender a Vaclik y mecer la piola.
El guion seguía perfecto. Tendría el Barca 80 minutos para buscar el segundo (así lo comentamos en el show). Y así fue sin olvidar el balón en el palo de Alba y el penalti posterior para el Sevilla que hacia sonreír a media Andalucia, pero que Ocampos erró ante la enorme presencia de Ter Stegen en el arco del Barca… ¿querían más suspenso? Imposible porque habría que incluir en el libreto la expulsión de Fernando y uno menos para la visita.
No querían renunciar el Sevilla con cuatro modificaciones en dos tiempos que al final apostaron porque se acortaran los minutos y el reloj fuera su aliado para ganar por diferencia de goles, pero ya había aparecido Koeman moviendo el tablero regresando al 4-3-3 con la salida de Dest y el ingreso de Griezmann. Toda una película.
Partido agonizante con petición de penal incluído por el movimiento extraño del brazo de Lenglet viniendo el balón de un rebote que provocó “iras entendibles” en la zona tecnica del Sevilla ante la negativa arbitral. Cuando estábamos por despedir un segmento más del Show y el reloj marcaba los últimos 16 segundos del descuento emerge por la izquierda Griezmann y Piqué cabecea con el corazón de Shakira para gritar un Gol de épica que obligaría a la prórroga. Se empató el Global y la película tendría “tercer tiempo”.
Ahí jugaron los actores de reparto. Ilaix que había entrado mas temprano por Busquets, Junior por Mingueza, Braithwaite y Trincao. Media hora de regalo para evitar los lanzamientos desde el punto penal y Alba que centra con precisión de cirujano para que se lance Braithwaite y con la cabeza envié la bola a las piolas y el 3-0 que clasifico al Barca una vez más a una final de la Copa del Rey. En época de vacas flacas estos partidos llenos de épica regresan la fe de los espíritus del fútbol. Juegazo en Barcelona y remontada heroica antes de las elecciones.
No quiero ser aguafiestas en el cierre. No engañarse. Al Barca le alcanza para luchar y con fútbol entre casa. Quisiera equivocarme, pero no creo que esta gesta se repita en Paris.