Han pasado 23 años desde el último título de Liga conquistado por los “Cementeros” y desde entonces el equipo ha ligado una cadena de sorprendentes y casi inexplicables fracasos que, en la memoria de sus aficionados, así como en la de sus detractores, ha borrado la época de gloria que tuvo durante la década de los 70.
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El 7 de diciembre de 1997, Cruz Azul se proclamó campeón al imponerse 2-1 en el marcador global al León, en el Estadio Nou Camp. Un agónico penalti ejecutado por Carlos Hermosillo en tiempo extra que batió al arquero David Ángel Comizzo decretó el octavo Título de Liga de la Máquina.
A partir de entonces, la mala suerte se convirtió en fiel compañera de los “Cementeros” que pese a contar con grandes planteles ha dilapidado su prestigio al hilvanar seis finales pérdidas en diversas competencias y 46 torneos de liga sin gloria
A dos años de su octavo título, Cruz Azul disputó otra Final ante Pachuca y con todo a su favor al jugar el partido definitivo como local, terminó cayendo en tiempo extra frente a los Tuzos con un gol de Alejandro Glaría.
Desde entonces, el equipo cementero lo mismo ha caído en Finales de Liga, de torneos regionales en Concacaf y hasta en la Copa Libertadores sin que nadie le encuentre lógica a su mal desempeño en momentos claves para hacer historia.
Lo triste para su afición es que constantemente la directiva ha fortalecido al equipo con refuerzos de renombre y técnicos de elevada capacidad futbolística sin que ninguno haya podido romper con la cadena de desaciertos.
Luego de la eliminación frente a los Pumas, la siguiente prueba de fuego para Cruz Azul tendrá lugar en la Concachampions, cuando el próximo 16 de diciembre se enfrente a LAFC en la ronda de Cuartos de Final.