Después de que Wanderson creyó que había anotado el gol del triunfo en el partido entre Ludogorets y Slavia Sofía, correspondiente a la liga búlgara, el mediocampista celebró como si se tratara de una secuencia cinematográfica: saltó vallas publicitarias, besó apasionadamente a su esposa en la multitud, pero…
Sin que el brasileño lo supiera, el gol había sido anulado por fuera de juego. El partido terminó 0-0. Ya saben antes de celebrar, estar seguros de que fue gol.