Un artículo publicado recientemente por el diario británico The Guardian señala que, a partir de que Catar fue designada como sede para albergar a la Copa del Mundo en 2022 y se iniciaron los trabajos de construcción de diversos estadios, 6 mil 500 inmigrantes de países como India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka, han perdido la vida a consecuencia de las pésimas condiciones en que laboran en tierras cataríes.
- Gianni Infantino vislumbra a Catar 2022 como una fantástica competición
- México vuelve a formar parte del Top 10 de la FIFA
- Los mejores shows deportivos
La información advierte además que edificar siete nuevos estadios, un nuevo aeropuerto, carreteras, sistemas de transporte público y hoteles, también le ha costado la vida a trabajadores de otros países como Filipinas y Kenia, pero al carecer de un registro detallado dichas muertes no se han contabilizado como debieran.
A pesar de que autoridades cataríes señalan que todos los obreros tienen acceso a atención médica gratuita de primer nivel, desde hace por lo menos un par de años han surgido noticias donde se asegura que los trabajadores extranjeros reciben un trato esclavizante con salarios miserables.
El grave problema citado por el diario inglés es que, cuando algún obrero extranjero fallece, los datos de su deceso, sin que se haya realizado una autopsia, solo reportan muerte natural.
En medio de este panorama, los trabajos de organización para el próximo Mundial continúan en marcha, sin que ningún organismo internacional se atreva siquiera a investigar más a fondo.