Con dos voleas de Gundogan, una de ellas el gol más rápido de la historia de las finales de copa, el Manchester City atrapó su segunda FA Cup bajo el mandato de Pep Guardiola (2-1) y se queda a un solo partido, la final de la Liga de Campeones contra el Inter de Milán, de convertirse en el segundo equipo inglés en la historia en conquistar el triplete.
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Será dentro de siete días cuando el conjunto de Guardiola, quizás el más dominante del fútbol inglés, tenga la oportunidad de igualar la gesta del Manchester United de 1999. El Inter tendrá la última palabra, después de que el United perdiera la ocasión de ser el verdugo de la histórica temporada de los ‘Sky Blues’.
En una final que ya de por sí se antojaba desequilibrada, no ayudó la salida al campo de los de Erik Ten Hag, que concedieron el gol más tempranero de la historia de las finales de FA Cup. Nada más sacar de centro del campo el City, hubo un pelotazo de Stefan Ortega, una prolongación de Haaland, un despeje errático de Lindelof y una volea a la escuadra de Ilkay Gundogan. Trece segundos y el United ya se había pegado un tiro en el pie.
Y tres minutos después, tenía que dar las gracias que la final no hubiera cerrado acta ya, porque un cabezazo de Rodri y un disparo de De Bruyne pudieron sentenciar rápido el trofeo.
Hubiera sido el devenir natural del encuentro, porque el United no estaba ni presente, hasta que el VAR le sacó del letargo con una acción que prácticamente no vio nadie.
Bruno Fernandes colocó un centro al segundo palo, Wan-Bissaka la ganó de cabeza y el cuero tocó en la mano de Jakc Grealish. Pasaron unos segundos sin que nadie reclamara nada, hasta que el árbitro paró el encuentro porque había recibido el aviso del VAR. Visita a la pantalla y penalti para el United. No erró desde los once metros Fernandes, que dio una inmerecida bola extra al United.
No le costó mucho perderla. Minutos después de arrancar la segunda parte, De Bruyne, en una falta lateral, sacó a relucir la pizarra de Guardiola y la falta de aprendizaje del United. El belga sirvió la pelota Gundogan en la frontal y el germano, con un golpeo menos limpio que el primero, sacó una volea ante la que De Gea, algo tapado, pudo hacer mucho más.
El meta español se resarció al evitar el gol de Haaland, en una buena parada abajo a remate del noruego desde el punto de penalti, pero la sensación general era que la final se había marchado en esa segunda volea de Gundogan.
Rashford y un Alejandro Garnacho que salió de refresco lo intentaron con sendos disparos desde la frontal, también Scott McTominay con un cabezazo al larguero en el último instante, pero no hubo sorpresa, el City, el favorito, ganó su séptima FA Cup, con la que desempata con el Blackburn Rovers y el Newcastle United en el palmarés y se iguala con el Aston Villa.
Es la segunda FA Cup para el City desde que está Guardiola, tras la que lograron en 2019 goleando al Watford de Javi Gracia.
Tras unas celebraciones que se antojan cortas, por la importancia de lo que hay por delante, el City comenzará a preparar el asalto a la final de la Champions League del próximo sábado en Estambul contra el Inter de Milán.
Ya tienen en el bolsillo la Premier League y la FA Cup, ahora queda el premio mayor; la ‘Orejona’ y el récord legendario de sus vecinos.