Mike Tyson, uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos, tiene la reputación por haber sido un destructor dentro del ring, pero igualmente por vivir salvajemente y sin respetar a los rivales. Dicen que la dedicación mata al talento y la poca preparación de Mike Tyson antes de su pelea contra James Douglas en febrero de 1990, terminó por ser el principal motivo por la cuál el legendario boxeador perdió el invicto.
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Al principio de la década de los noventa Mike Tyson estaba en el pico de su carrera. Pero la arrogancia de “Iron Mike”, fue la razón por la cuál este “Ícaro” del cuadrilátero acabaría con las alas quemadas enfrente de todo el mundo tras ser derrotado en Tokio, Japón.
El ex campeón mundial explicó recientemente que él simplemente no estaba enfocado para esta pelea. Él lo único que pretendía en esos momentos era gozar del hedonismo en su máxima expresión. Perseguía fervientemente a todas las mujeres, consumía drogas y tomaba altas cantidades de alcohol minutos antes de ingresar a la arena.
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Tyson pensaba que su nuevo rival sería un fácil desafío. Hasta ese entonces, el ex campeón de la WBC en la división de los Pesos Pesados llevaba 37 victorias al hilo sin que ningún rival logrará derrotarlo.
Bajo este contexto, el oriundo de Brooklyn ni siquiera se tomó la molestia de estudiar ni un sólo aspecto de James Douglas. Planteó que su soberbia provenía del saber que todos los rivales a los que se había enfrentado el apodado: “Buster Douglas”, él los había noqueado con facilidad.
Mike Tyson inclusive explayó que el día de la pelea estuvo más entretenido en tener relaciones sexuales con mujeres que trabajaban en el hotel en el cual se estaba hospedando.
“No quería pelear; todo lo que me interesaba entonces era salir de fiesta y tener sexo con mujeres. Además de tener sexo con las sirvientas, estaba viendo a esta joven japonesa con la que había tenido sexo la última vez que estuve en Japón. Robin (su esposa) salía de compras y yo bajaba a la parte trasera del hotel donde esta joven tenía una habitación… Así que ese fue mi entrenamiento para Douglas”, admitió recientemente.
La tragedia para el hombre que se volvió icónico por su tatuaje en la cara se consumó el 11 de febrero de 1990 cuando fue noqueado por “Buster” en el décimo round. Esa derrota que le costó todos sus campeonatos sirvió para hacerlo despertar y afortunadamente, “Iron Mike”, logró repuntar con ocho victorias seguidas después de ese descalabro.
Para los fanáticos del boxeo es una gran noticia el saber que la leyenda de los puños de acero ha regresado y que exista la posibilidad de un tercer encuentro con su némesis, Evander Holyfield a finales del 2021.
Sería el final de una gran historia de resiliencia para un hombre que en algún punto de su vida estuvo a punto de perderlo todo.
