Hace alrededor de 11 años Yuriorkis Gamboa conoció a Devin Haney cuando éste apenas tenía nueve años durante una sesión de entrenamiento y ahora este sábado estará retándolo por el título ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en el Seminole Hard Rock Hotel & Casino Hollywood (DAZN) en Florida.
“Recuerdo que fue en el gimnasio de su padre (Bill Haney) y estuvo muy agradecido que nos dio la oportunidad de trabajar allá”, recordó Gamboa durante la reciente conferencia de prensa.
Son cosas del destino. Gamboa se convirtió en un campeón mundial en varias divisiones, pero ahora busca recuperar la gloria ante aquel muchacho que lo idolatraba en aquel entonces y cuya foto sobre el encuentro está circulando en las redes sociales.
When idols become rivals. #HaneyGamboa #3daystogo @DAZNBoxing @realdevinhaney @gamboa ?? ?? pic.twitter.com/zRCOQ3OTui
— Eddie Hearn (@EddieHearn) November 4, 2020
Para Gamboa (30-3, 18 KOs) será un duro reto ya que Haney (24-0, 15 KOs) es considerado una de las futuras estrellas del deporte, una posición que el cubano conoce muy bien ya por mucho tiempo cargó esas expectativas sobre sus hombros.
Luego de reinar en la división pluma y superpluma, desacuerdos fuera del ring con su entonces promotor Top Rank y la subsiguente firma con una compañía incipiente del rapero 50 Cent que nunca levantó, detuvieron su impulso.
Cuando finalmente llegó la gran oportunidad del “Ciclón de Guantánamo”, el resultado fue una derrota por nocaut técnico ante Terence Crawford por el título ligero en junio del 2014 y una prolongada inactividad entre peleas (tres en tres años).
En mayo del 2017, Gamboa sufrió un inesperado traspié por nocaut técnico ante el mexicano Robinson Castellanos lo que parecía ser el puntillazo final de su carrera. Sin embargo, se levantó entre las cenizas y consiguió cuatro triunfos seguidos ante Román “Rocky” Martínez, Jason Sosa, Miguel Beltrán Jr. y Alexis Reyes, antes de perder por nocaut técnico en 12 asaltos contra Gervonta Davis el pasado diciembre por el cetro vacante ligero de la Asociación Mundial de Boxeo.
Ahora este sábado tendrá lo que podría ser la última oportunidad titular de su carrera a los 38 años. Una victoria lo llevaría a un resurgimiento, pero un revés seguramente lo acercará al retiro.
Un desafiante Gamboa aseguró que “los criticos tiene su opinión, eso no significa que ésa sea la relidad. Por algo estoy aquí”.
El retador cubano indicó que espera una pelea fuerte ante Haney, quien no ha escondido sus deseos de propinar una paliza al exmonarca como nunca ha recibido.
“Realmente lo que diga Haney no me importa”, sostuvo Gamboa. “Él puede decir lo que quiera. Yo sé que vengo bien preparado y que la última palabra en el ring la tiene Dios y no Haney”.
“Es una oportunidad que Dios me ha dado. No se va a definir si es la última (pelea de mi carrera) o no, simplemente Dios me tiene aquí y será quién tendrá la última palabra”, agregó.
Pronto sabremos si Gamboa podrá recuperar una vez más la fuerza ciclónica que lo llevó a ser campeón mundial.