Rey Vargas (36-0, 22 KO’s) salió con la mano en lo más alto del Alamodome de San Antonio, Texas al destronar a Mark Magsayo (24-1, 16 KO´s) de su campeonato mundial de peso pluma del Consejo Mundial de Boxeo y ponerle fin a su récord invicto; no obstante, la coronación del mexicano ha traído más críticas que felicitaciones.
Y es que luego de la decisión dividida de los jueces que decantaron el triunfo hacia Vargas por 115-112, 115-112 y 113-114 en las tarjetas, lo cual abrió la conversación sobre si realmente el de Otumba merecía quedarse con el cinturón.
Si bien por momentos Rey tuvo buenas muestras de combinaciones durante los primeros asaltos, este se aferró a mantener la distancia y no corregir su estrategia para doblegar a Magsayo, quien aprovechó la deficiencia en el movimiento de su rival para entrar con mayor velocidad y conectar sus ataques con mayor peligro.
Esto se vio más que claro conforme avanzaban los asaltos, pues en el noveno round, el filipino se mostró más sólido y terminó por derribar a Vargas con un derechazo a corta distancia, lo cual parecía suficiente para tener al campeón supergallo contra las cuerdas.
No obstante, con la conclusión de la pelea, los jueces terminaron por cederle el triunfo al pugilista azteca que le arrebató el cetro a Magsayo en su primera defensa luego de ponerle fin al reinado de Gary Russell Jr. en el mes de enero.
Vargas ya piensa en su siguiente rival
Sin meterse en mayores cuestionamientos sobre su victoria, Vargas fue preciso con sus declaraciones y ya puso sobre la mesa su primer gran reto ahora como monarca pluma, el cual no solo involucra el sacrificar su cinturón, sino buscar la unificación contra Leo Santacruz.
“No tengo palabras, gracias don Nacho, éste es el segundo cinturón en mi vida; el primero no lo disfruté, pero éste es mi vida. Espero que ahora pueda unificar con Leo Santacruz”, apuntó.