Además de ser una leyenda del boxeo que ostentó el título mundial de peso pesado, Mike Tyson se está consolidando como un genio de los negocios.
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Su primer gran golpe en las finanzas comenzó al dedicarse a cultivar cannabis de manera legal en un rancho para después comercializarlo exitosamente mediante la elaboración de diversos productos con ganancias de más de siete dígitos.
Quizá esa fue la razón que lo impulso a desarrollar un segundo negocio enfocado a la venta de unos ingeniosos dulces alusivos al problema que tuvo con Evander Holyfield en 1997.
Durante un combate que ambas figuras del boxeo sostuvieron, Tyson le arrancó parte de una oreja a Holyfield y eso —además de costarle ser descalificado de la contienda—, le acarreó una multa de 3 millones de dólares.
De ahí adelante comenzó la debacle deportiva de “Iron Mike” y por años una enemistad con Evander. Sin embargo, ambos volvieron a estrecharse las manos e incluso se hablaba de que volverían a subir al ring para intercambiar golpes en un nuevo combate.
Lo cierto que sin ni siquiera ponerse los guantes, Tyson ha vuelto a conectar primero a quien por años fuera su acérrimo rival.
En las redes sociales del veterano peleador de 55 años aparece el anuncio de unas gomitas de dulce en forma de oreja a las que les falta un pedazo.
La estrategia resulta cómica, pues hace referencia a la secuela permanente provocada en Evander Holyfield, quien cada que se mira al espejo recuerda el dolor que sufrió cuando le arrancaron parte de su cartílago.
Ahora, solo resta saber si el peleador en desgracia le exigirá a Tyson parte de las posibles ganancias que obtendrá a costillas del pedazo de oreja que perdió en combate.
