Las Vegas (EFE).- La pelea revancha entre los púgiles, el estadounidense Deonay Wilder y el inglés Tyson Fury que se va a disputar estar noche en MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, batió la marca de ingresos por taquilla, dentro de la categoría de los pesos pesados.
La información fue suministrada esta noche por el presidente de la compañía promotora Top Rank, Todd duBoef, uno de los responsables de la organización de la velada en la que Wilder hará la undécima defensa de su título como campeón el peso pesado, versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Antes de la pelea de esta noche, la revancha entre el inglés Lennox Lewis y Evander Holyfield fue la séptima taquilla más alta en la historia del boxeo de Nevada.
Según duBoef, todavía había “un par más de boletos” para ser vendidos horas antes de que Wilder y Fury estuvieran programados para caminar hacia el cuadrilatero, por lo que aún no había una cifra final disponible.
Sin embargo, la taquilla ya había pasado la marca de los 16.860.300 dólares establecida en la revancha entre Lewis y Holyfield, en 1999, en el Thomas & Mack Center de la Universidad de Nevada Las Vegas.
Wilder (42-0-1, 40 KOs), de 34 años, y Fury (29-0-1, 20 nocáuts) se enfrentaron a un controvertido empate por decisión dividida en diciembre de 2018 en el Staples Center de Los Ángeles.
Además de la controversia por la puntuación, el primer duelo se convirtió de inmediato en un “clásico” dentro de los pesos pesados.
La ganancia para el primer combate fue de 3.515.122, dólares según la Comisión Atlética del Estado de California.
Antes del sábado, la revancha Lewis-Holyfield fue la séptima más alta en la historia del boxeo de Nevada, independientemente de la clase de peso. Y es la única pelea en el top 10 de esa categoría que no tuvo lugar en los últimos 20 años.
El duelo entre Wilder y Fury no sólo tendrá que definir al campeón del CMB sino también al púgil que lidere la supremacía dentro del deporte del boxeo.
La pelea de 2015 entre el estadounidense Floyd Mayweather y el filipino Manny Pacquiao llegó a la taquilla más grande en la historia del boxeo de Nevada, con 72,2 millones de dólares.