Hay un cambio de planes para Canelo Álvarez.
A sólo días de convertirse en agente libre luego de romper lazos con Golden Boy Promotions y quedar anulado un acuerdo millonario multianual con DAZN, el campeón mexicano Canelo Álvarez ahora podría reaparecer en el cuadrilátero el próximo 18 ó 19 de septiembre ante el británico Callum Smith en una función transmitida por nada más y menos DAZN.
Según varios medios, Álvarez (53-1-2, 36 KOs) está en negociaciones para pelear con Smith (27-0, 19 KOs), quien tiene una porción del cetro supermediano de la Asociación Mundial de Boxeo que también ostenta el mexicano.
De este modo, quedó momentáneamente fuera del panorama un choque contra Caleb Plant, titular de las 168 libras de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), que se venía rumorando días antes de su anuncio de que quedó como agente libre.
Eddie Hearn, promotor de Smith, confirmó a boxingscene.com que “las conversaciones están en curso con el equipo Canelo y sería un honor llegar a un acuerdo para hacer esta tremenda pelea con Callum Smith”.
El promotor inglés que dirige a Matchroom Boxing, tiene un acuerdo con DAZN lo que hace posible que de llegarse a un acuerdo la pelea se transmitiría por el servicio de streaming, que le había otorgado un contrato de cinco años y 11 peleas por $365 millones antes de quedar invalidado la semana pasada.
Hearn también tiene en su establo de peleadores a Billie Joe Saunders, campeón supermediano de la Organización Mundial de Boxeo, y al monarca mediano de la FIB, Gennadiy Golovkin, quienes muy bien podrían ser rivales en un futuro para el mexicano.
Plant se venía mencionando con fuerza para ser el rival de Álvarez. El monarca está ligado a Premier Boxing Championship (PBC), cuyos combate son transmitidos por Showtime y Fox, pero todo parece indicar que debido al poco tiempo para promocionar un pay-per-view entre Canelo-Plant, se descartó esa pelea para diciembre.
La posibilidad de pelear nuevamente con DAZN aunque sea sólo por un combate, demuestra que la disputa legal del mexicano era más en contra de Golden Boy Promotions y su presidente Oscar de Hoya que contra la compañía de streaming, al punto, que dejó sobre la mesa alrededor de $280 millones que le restaba de contrato con DAZN para así quedar libre de ataduras con la empresa promotora.