A unos días de que se produzca su reaparición en el ring, Julio César Chávez Carrasco volvió a acaparar los principales espacios deportivos al reconocer que permaneció internado en una clínica de rehabilitación, pero descarta que haya sido por drogas.
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Mediante un video difundido en redes sociales, el boxeador sinaloense de 35 años señala que fue su esposa Frida Muñoz quien lo ingresó por haber consumido unas pastillas para adelgazar.
“Duré tres meses y medio sin ver a mi hijo, porque estaba en la clínica. La mamá de ellos me metió para que estuviera bien, pero yo nada más tomaba unas pastillas que eran para bajar de peso. Me tomaba unas pastillas, de las que salió positivo Óscar Valdez, son para bajar de peso, yo no uso otra cosa”, afirma.
Asimismo, Chávez Carrasco afirma que sufrió el abandono de sus seres queridos y esto fue aprovechado para despojarlo de sus hijos.
“Cuando me metieron dijeron que nadie tenía que ver y tuve que salir solo, me abandonaron ahí para aprovechar. Yo solo estoy buscando a los niños”, enfatiza.
Finalmente, el pugilista reconoce que podría divorciarse de su mujer, pues asegura que está más enferma que él.
“Me han preguntado si yo me quiero divorciar, yo no quisiera porque tengo hijos, pero si no cuidan a mis hijos, sino me atienden a mí, si hacen lo que quieren, no es compromiso. Me meten a una clínica para que me curen cuando la otra persona está más enferma que yo, es algo que va a un futuro malo y estoy tratando de evitarlo para los niños”, explicó.