El legendario Julio César Chávez padre consideró que el pelear durante las festividades del Cinco de Mayo siempre fue un momento especial durante un reciente episodio de “Peleamundo” con el anfitrión Jessie Vargas.
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“Es un día muy especial para todos boxeadores”, indicó Chávez, exmonarcca en tres divisiones. “Peleé muchas veces en mayo representando a todos los mexicanos. Es algo muy, muy especial, algo muy bonito sentir el cariño, el apoyo de todos los méxicoamericanos que viven allá en Estados Unidos”.
“Sobre todos, los mexicanos que realmente son los que apoyan al mexicano que va y triunfa allá en Estados Unidos. Para ellos es algo muy grandioso que uno los represente. Yo siempre traté de representarlos de la mejor manera. Afortunadamente, me gané el respeto, pero sobre todo, me gané el cariño de toda la gente, y nadie me lo puede quitar”, agregó.
El expúgil mexicano boxeó varias veces durante el fin de semana de Cinco de Mayo y recordó como se sentía cuando se presentaba la oportunidad de pelear en la fecha, especialmente en su revancha contra Frankie Randall en 1994.
“Fueron bonitas, fueron grandes para mí porque siempre tuve el apoyo de todos los mexicanos radicados allá. Ya ni recuerdo si ganaba o perdía. Creo que gané más que perdí! Con lo que me quedo es con la alegría que le di a los mexicanos allá, la euforia con la que me recibían, me presentaban y me seguían. Con eso me quedo”, dijo.
“Hay rivales que son complicados para nosotros. La verdad a mí Frankie Randall su estilo como que siempre se me complicó. Ya hasta la tercera pelea, porque la segunda pelea, aunque le gané la verdad si no es por el cabezazo nadie sabe cómo me hubiera ido porque yo estaba muy cansado”.
Chávez perdió de forma sorpresiva ante Randall el 29 de enero del 1994 y cuatro meses tuvieron la revancha en el MGM Grand en Las Vegas, y la pelea terminó de forma polémica a favor del mexicano por decisión técnica en ocho asaltos.
“Fíjate que en esa pelea, me había preparado como nunca. Ya mi adicción estaba muy avanzada, pero paré un poco ahí porque había perdido, yo quería vengar mi derrota”, recordó. “Me preparé tan bien que llegué a la pelea sobreentrenado. En el segundo round, sentía yo los brazos ya que se me caían”.
“Afortunadamente, gracias a Dios, a base de pura experiencia pude sacar la pelea. Ya tuve otra pelea con él en la ciudad de México donde ya le conocía su estilo y ahí le gané ya más fácilmente”, añadió.