Cuando se hablen de las grandes sorpresas en el boxeo, el nombre del mexicoamericano Andy “The Destroyer” Ruiz estará junto a otros como Buster Douglas y Hasim “Rock” Rahman, quienes noquearon a Mike Tyson y Lennox Lewis, respectivamente, en momentos que parecían invencibles en el peso pesado.
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El 1ro de junio del 2019, Ruiz estremeció al mundo del boxeo con una victoria por nocaut técnico sobre el peleador inglés Anthony Joshua en el Madison Square Garden para convertirse en campeón unificado de la Asociación Mundial de Boxeo, la Federación Internacional de Boxeo y la Organización Mundial de Boxeo.
Hace unos días Ruiz compartió una imagen del combate donde está observando a Joshua en la lona junto con el mensaje: “Uno de los mejores momentos de mi vida”, y no hay duda de ello. De la noche a la mañana, el púgil se convirtió en una celebridad y una inspiración para muchos.
Desde el momento que fue anunciado como reemplazo de Jarrell “Big Baby” Miller para retar a Joshua, el californiano de origen mexicano se convirtió en blanco de burlas por su físico y su pasión por los “Snickers” y las pocas posbilidades que se le daban de ganarle al monarca unificado del peso pesado.
Al final, los músculos afilados de Joshua no pudieron con el corazón de guerrero de Ruiz.
Ruiz (33-1, 22 nocauts), quien sufrió su única derrota en una pelea titular ante el neocelandés Joseph Parker por decisión mayoritaria en diciembre del 2016, entró al combate desfavorecido por 11-1 en las apuestas de Las Vegas, y parecía justificarse el margen cuando visitó la lona en el tercer asalto producto de un gancho de izquierda.
Sin embargo, el mexicano se levantó, y en un abrir y cerrar de ojos, lastimó malamente a Joshua (22-1, 21 KOs) a quien derribó en dos ocasiones ante la sorpresa de todos los presentes -y los millones en sus hogares.
Luego, en el séptimo capítulo, le repitió la dosis al púgil británico, que se reincorporó, pero no convenció al árbitro Mike Griffin de que podía –o quería– continuar, y el tercero en el ring decidió ponerle fin a la contienda.
Así fue que Ruiz Jr. hizo historia y se convirtió en el primer boxeador mexicano en ganar el campeonato en la máxima división luego de intentos fallidos de Chris Arreola (tres veces), Eric Molina (dos veces) y Manuel Ramos.
“Me siento muy bien, hombre. Esto es con lo que he estado soñando”, señaló Ruiz Jr. después de su sorpresivo triunfo. “Para esto he estado trabajando duro. No puedo creer que haya convertido en realidad mis sueños. Solo quiero agradecer a mi equipo y a mi familia. El cielo es el límite, ‘baby’”.
El nuevo campeón indicó que la caída que sufrió en el tercer asalto le sirvió de motivación.
“Esa fue la primera vez que me tiraron a la lona. Simplemente me hizo más fuerte”, explicó. “Entonces sentí la necesidad de buscar más que nunca la victoria. Solo tuve que derribarlo. Asimile el castigo por el guerrero mexicano que soy. Tengo esa sangre mexicana. Hablando del estilo del peleador mexicano, acabo de demostrar eso.”
Con su victoria, Ruiz Jr. se convirtió en apenas el tercer latino en ostentar el título mundial del peso completo. El primero en hacerlo fue el puertorriqueño John Ruiz cuando derrotó por decisión unánime a Evander Holyfield en marzo del 2003 por el cetro de la AMB, y el cubano Luis Ortiz fue monarca interino de la AMB en el 2015.
“Callé la boca de todos aquellos que decían ‘ese gordito no va a hacer nada’. Puse mis sueños antes que las críticas de todos los que me molestaban y dudaban de mí”, sostuvo Ruiz durante un homenaje en la Ciudad de México.
Seis meses después, Ruiz le otorgó el desquite a Joshua en Arabia Saudita, pero el rayo no cayó por segunda vez. El mexicano que no estaba en su mejor estado físico fue superado ampliamente por el inglés con puntuaciones de 119-109, 118-110 y 118-110.
Ruiz busca ahora revivir su carrera bajo el mando del entrenador Eddy Reynoso y el equipo de trabajo de Canelo Álvarez, pero por siempre tendrá su nombre escrito en los libros de récord como el primer mexicano en ganar la corona del peso completo y como protagonista de una de las grandes sorpresas del deporte.