Figurar entre los 10 atletas mejor pagados del momento y como el boxeador mexicano con más dinero en la historia coloca a Saúl “Canelo” Álvarez en la mira de la delincuencia en México, un país donde los secuestros de personas acaudaladas es el pan nuestro de cada día.
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Durante una entrevista concedida al periodista estadounidense Graham Bensinger, el jaliciense se abrió por completo y decidió compartir un desafortunado evento que lo orilló a replantearse la idea de continuar viviendo en México, el secuestro que sufrió uno de sus hermanos en 2018, previo a su enfrentamiento ante Rocky Fielding del 15 de diciembre.
“Era un lunes antes de la pelea. En el teléfono negocié todo para que lo soltaran. Tres días negocié con los cabrones para que lo soltaran. Después, pensaba que, si hubiera sido mi mamá, papá o hija, hubiera sido más difícil todavía… aparte tenía la pelea el sábado y nadie sabía nada”, confesó.
En este sentido, el gladiador mexicano advirtió sospechar de la policía ya que al denunciar el hecho las autoridades se mostraron renuentes a escucharlo.
“Les dije que mi hermano estaba secuestrado y me contestaron que me había vuelto loco… ahí lo pensé”, enfatizó.
Bajo esta circunstancia, Saúl Álvarez decidió mudarse a Estados Unidos, aunque todavía continúa viajando esporádicamente a su natal Guadalajara, donde posee una lujosa residencia que próximamente pondrá a la venta ya que asegura al gobierno no le preocupa resolver el tema de la inseguridad que prevalece en el país.
“Hay demasiadas inseguridades, por eso ya no estoy tanto en México. Hay mucha inseguridad para mí, y para mi familia mucho más… y el Gobierno no se preocupa por eso, se preocupa por muchas cosas más”, enfatizó.