Es el cuento de nunca acabar… El campeón mundial Demetrius Andrade lleva tiempo clamando por una oportunidad contra nombres de envergadura como Canelo Alvarez y Gennady Golovkin, pero sus retos han caído en oídos sordos.
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Possedor de una marca inmaculada en 29 combates y un título mundial en el peso superwelter y otro en el peso mediano donde actualmente reina en la Organización Mundial de Boxeo (OMB), Andrades ha visto como otros púgiles reciben su oportunidad de desafiar a los grandes nombres mientras se cuestionan sus credenciales.
Sólo hay que recordar los comentarios de Canelo sobre Andrade mientras se preparaba para enfrentar al ruso Sergei Kovalev por el cetro semipesado para entender la frustración de Andrades.
“La verdad es que no ha peleado con nadie, y también es aburrido, muy aburrido”, dijo Álvarez. “Tal vez es un buen peleador, pero es uno aburrido, y al final del día, cuando hay una pelea aburrida, la gente me va a culpar. Me gustan las peleas donde hay acción, donde la gente puede disfrutar de un buen espectáculo. Eso es muy importante para mí. Pero tampoco él representa un desafío para mí, porque no ha peleado contra nadie”.
Lo cierto es que Andrades no cuenta con el reconocimiento de otros campeones mundiales en el peso mediano y no tiene una victoria en su historial que levante cejas. Sin embargo, el estadounidense de 32 años podría ser el peso mediano más habilidoso y complicado en la división.
No es una atracción, pero por ser un zurdo escurridizo también representa un dolor de cabeza para cualquier boxeador, y en especial para Álvarez a quién puede complicarle la existencia como el cubano Erislandy Lara hizo en el 2014.
Andrade (29-0, 18 KOs) no le queda de otra que seguir peleando, ganando y soñando que llegue esa esquiva oportunidad. Por eso, este sábado expondrá por cuarta ocasión el título de las 160 libras de la OMB ante Liam Williams (23-2-1, 18 KOs) en una pelea mandatoria en el Seminole Hard Rock Hotel & Casino en Hollywood, Florida.
Williams es prácticamente un desconocido que nunca ha peleado en los Estados Unidos y cuyas dos derrotas fueron ante su compatriota Liam Smith. Es el mismo escenario que enfrentó Andrades el año pasado cuando peleó por última en Miami, Florida, y derrotó a otro desconocido, Luke Keeler, por nocaut técnico.
Recientemente el campeón no escondió su disgusto por no recibir una oportunidad contra uno de los grandes. Aseguró que está listo para subir a los supermedianos en busca del ganador entre Álvarez y Billie Joe Saunders que se enfrentarán en mayo en un choque unificatorio en las 168 libras.
“En eso estoy trabajando, para pelear con Billy Joe Saunders“, indicó Andrade en una reciente entrevista con Chris Mannix por DAZN. “Usaron mi nombre como gancho para asegurar la pelea de Canelo. Ahora, si Canelo gana la pelea, o Billy Joe gana la pelea, todavía podría hacer eso, pero hay otros cinturones en 168 libras”.
Por ahora, tendrá que enfocarse en la pelea de Williams que significará al menos una bolsa luego de un año de espera.
“Estoy muy emocionado, ha pasado desde enero del año pasado desde la última vez que puse mis manos sobre alguien. Conseguimos el nocaut contra Luke Keeler, que se suponía que iba a venir y tomar lo que era mío. Lo mismo está sucediendo aquí, estoy de vuelta en acción en Miami, este es mi segundo hogar”, dijo Andrade.
“Va a ser una gran presentación, estoy listo, voy a aparecer. Si Williams va a traer la pelea que todos queremos ver, entonces estoy totalmente de acuerdo. No tiene nada de malo, estoy aquí, firmé y estoy aquí para mostrarle a la gente lo que quieren ver”, agregó.
Willimas será su rival de turno, pero no se equivoquen. Su mente está en cosas mayores.