Durante años Puerto Rico ha sido conocido por ser “Tierra de Receptores”.
En los pasillos del principal estadio de béisbol en la isla caribeña, el Hiram Bithorn, un mural destaca la trayectoria de varios de los principales custodios del “home plate” con sangre puertorriqueña, entre ellos, Yadier Molina, de los Cardenales de San Luis.
Molina, quien en la obra de arte acompaña al miembro del Salón de la Fama, Iván “Pudge” Rodríguez, Javier López, Jorge Posada, Benito Santiago, Eliseo Rodríguez y Sandy Alomar Jr., es considerado por muchos como un futuro “Hall of Famer”.
Con unas credenciales impresionantes, entre ellos, nueve Guantes de Oro, cuatro Guantes de Platino, nueve selecciones a Juego de Estrellas, dos anillos de Serie Mundial y un potente brazo a la hora de fusilar corredores, el boricua ha sido uno de los mejores receptores y más respetados de su generación.
Y ahora en momentos que iniciará su 17ma. campaña con los Cardenales, Molina con sus 38 años recién cumplidos y en el último año de contrato con San Luis, aseguró que esta temporada será muy determinante en su futuro.
¿Le ofrecerán los “Pájaros Rojos” una extensión de contrato? ¿Seguirá jugando después del 2020 o colgará los aperos? ¿Probará suerte en la agencia libre? Son preguntas sin respuestas por ahora, pero el boricua no se preocupa ya que el tiempo dirá aunque dejó claro que desea retirarse con los Cardenales.
“He tenido la bendicion de pertenecer a la organizacion de San Luis que es una ganadora y estoy bien contento por eso. Son muchos años. Espero que este sea uno mejor que el del año pasado. En cuestion de retiro, voy estirando año por año a ver que pasa y vamos a ver lo que Dios decide”, indicó Molina previo a la pausa forzosa por el brote del coronoavirus.
Desde los primeros días de los entrenamientos, comenzaron a circular rumores sobre la negociación de una posible extensión de contrato, algo que Molina no descartó.
“Ese es el plan. Melvin Roman (agente de Molina) está hablando a ver si buscamos la manera de quedarme aquí dos o tres añitos más. Si ellos (Cardenales) pues no lo desean, pues al final del año tomaré la decisión o de retirarme o buscar otro equipo. Depende de cómo me sienta de salud y como me sienta de la rodilla”, dijo Molina, quien en el febrero del 2017 firmó una extensión de tres años por $60 millones.
“Ya son 17 años en una posición que es muy difícil como catcher. Por eso digo que voy año por año. Te puedo decir que quiero jugar cuatro años, pero a lo mejor el cuerpo mío no dará para cuatro años. Por eso es que vamos año por año, pero sí me gustaría quedarme aquí en San Luis, una organización que me dio la primera oportunidad. Quedarme aquí es lo primordial para mí”, añadió.
Molina, quien bateó .270 con 10 jonrones y 57 carreras impulsadas en la pasada campaña, indicó que desea ser un “Cardenal de por vida”, pero también reconoció que en el béisbol actual cada vez se hace más difícil permanecer en una sola organización.
“El béisbol se está poniendo bien difícil en cuestion de conseguir trabajo. Económicamente no me hace falta. Soy bien agradecido con Dios por la oportunidad que me ha dado de ganar los chavitos, pero ahora mismo eso no es lo mío”, dijo.
“Lo mío es tratar de ganar más campeonatos, eso es lo que más tengo en la mente. De quedarme saludable y si puedo jugar, voy a seguir, pero me gustaría terminar mi carrera con San Luis, si no pues hay que sentarse y pensar bien qué decisión vaya a tomar”.
A Molina le encantaría obtener ese tercer anillo de Serie Mundial luego que el año pasado los Cardenales cayeron en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional ante los eventuales campeones, los Nacionales de Washington.
“Cuando uno llega a la etapa donde yo estoy, tanto años y a punto de colgar los ganchos, pues tú lo que quieres es ganar, salir como ganador y eso es lo que está en mi mente”, señaló el receptor.