MIAMI, Florida – Dicen que la paciencia es una virtud, y ahora los Kansas City Royals están comenzando a ver los frutos con cada bambinazo que conecta Jorge Soler.
Cuando los Reales decidieron cambiar a los Chicago Cubs a su estelar cerrador Wade Davis previo a la campaña del 2017 por el jardinero cubano, lo veían como un diamante en bruto por pulir.
Y ahora, después de dos temporadas de inconsistencia, estadías en las ligas menores y lesiones, Soler se ha convertido en una de las grandes revelaciones en esta temporada al conseguir marcas personales con 41 jonrones, 27 dobles y 102 carreras impulsadas en 144 encuentros con Kansas City.
Ahora sí, se puede decir que Soler llegó para quedarse gracias a una campaña libre de lesiones que ha permitido que cumpla con el potencial que enamoró a los Cubs cuando los firmaron en junio del 2012 y posteriormente a los Royals.
“Tengo la bendición de poder estar jugando todos los días. En otros años me lesioné mucho, sobre todo en la primera mitad. Pero ahora veo la temporada de otra manera. Estoy viendo el fruto de ver una contienda completa”, indicó Soler durante la reciente visita de su equipo al Marlins Park.
En una campaña que los Royals están cerca de alcanzar las 100 derrotas por segundo año consecutivo, el toletero cubano ha reescrito los libros de récord de la franquicia al superar la marca de 38 jonrones que estaba en poder de Mike Moustakas (2017) y en el proceso se convirtió en el primer jugador en superar la barrera de los 40 cuadrangulares en sus 50 años de existencia.
También entró en un selecto club de peloteros cubanos con 40 jonrones en una campaña uniéndose a Tany Pérez (1970), José Canseco (1988, 1991 y 1998) y Rafael Palmeiro (1998, 1999, 2001 y 2002), algo que no ha pasado desapercibido por Soler.
“Es un motivo de orgullo para mí y mi familia. Cuando rompí el récord en Kansas City fue una emoción que no me creía hasta que llegué a mi casa. Me senté solito y me dije que había hecho algo importante. Pero la adrenalina no me dejaba sentir nada”, indicó el jardinero de 27 años.
Y en una edad cuando los peloteros están entrando en el pico de su carrera, Soler aseguró que no hay tiempo que perder y que todavía resta mucho trabajo por hacer.
“Debemos seguir trabajando y llegar en mejores condiciones para la próxima temporada”, señaló. “Esto no se acaba, hay que seguir poniendo esos números todos los años”.
Soler reconoció que en su sexta temporada en las Mayores ya no es aquel muchacho joven que dependía sólo de su talento para sobresalir. Ahora tiene la experiencia y madurez después de atravesar por una montaña rusa en sus primeros años en la Gran Carpa.
“Mi manera de ver el juego de pelota es muy diferente. En aquellos tiempos no sabía lo que hacía, todo era a base de talento”, apuntó. “Ya sé que se trata de talento, pero también es mental. Si tu mente no está fuerte, no importa que tengas todo el talento del mundo”.
Los Royals están felices ya que han visto un diamante en bruto convertirse en un brillante valioso.
“Él está ahí con los mejores bateadores de poder que he visto”, dijo el manager de los Royals, Ned Yost, al Kansas City Star. “Siempre será más un bateador de poder, pero apenas está rozando la superficie de lo que hará en un futuro. Será un productor de carreras muy prodigioso”.