¿Será este el año que Omar Vizquel, Curt Schilling, Barry Bonds y Roger Clemens reciben el llamado para el Salón de la Fama de Béisbol?
Por octavo año tengo el honor de ser partícipe en el proceso de votación como miembro de la Baseball Writers Association of America y como siempre no pueden faltar momentos de dilema al momento de realizar mis selecciones.
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¿Será este el año para Omar Vizquel?
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Este año la boleta tuvo a 25 elegibles, incluyendo 11 debutantes cuya mayoría seguramente no harán el corte del requerido cinco porciento. Cada votante puede seleccionar hasta 10 candidatos y para recibir el llamado al Nicho de los Inmortales necesitarán recibir el 75% de los votos emitidos.
Dicho eso, quiero aclarar que mi labor es votar a mi entender por “Hall of Famers” y no soy un policía sobre la moral del béisbol ya que no es un “Recinto de los Santos”. En Cooperstown, hay figuras que han tenido roces con la ley de todas las clases e inclusive han cumplido condenas en prisión, y hay uno que otro que también ha sido salpicado con rumores del uso de sustancias para mejorar el rendimiento..
Mi enfoque principal es lo que hicieron dentro del terreno de juego y también he puesto una línea a partir del acuerdo entre Major League Baseball y la Asociación de Jugadores sobre el uso de drogas.
Vamos a mi selecciones de la boleta del 2021.
Curt Schilling: El exlanzador es quien mejores posibilidades tiene de entrar este año luego de quedarse en 70% el año pasado. Fue un buen lanzador con 216 victorias, efectividad de 3.46 ERA, más de 3,000 ponches y un récord de 11-2 en postemporada.
Pero tampoco es una seguridad que entre en su noveno año ya que ha sido una persona conflictiva que tiende a crear titulares por todas las razones equivocadas con sus comentarios insensibles que hasta le costaron su trabajo en ESPN.
Por tercer año consecutivo recibe mi voto, pero en otras cinco ocasiones no se lo di porque la papeleta estaba congestionada. Siempre lo he considerado “borderline”, pero reconozco que tiene sus méritos.
Omar Vizquel: El torpedero venezolano el año pasado tuvo un aumento considerable con un porcentaje de 52.6% y es muy posible que ese número aumente dado a que la lista de debutantes no es sobresaliente.
Durante 24 temporadas, consiguió 11 Guantes de Oro y se retiró con un porcentaje de fildeo de .985, el mejor en la historia entre los campocortos, y también con la sexta mayor cantidad de hits entre los defensores de su posición con 2,877 hits. Es uno de los mejores que he visto.
Una situación que analicé detenidamente fue la reciente investigación que las Grandes Ligas lanzó a la raíz de las acusaciones de violencia doméstica de su esposa en medio de un proceso de divorcio. Luego trascendió que hubo un incidente en el 2016.
Es una situación que podría tener consecuencias en la votación. En mi caso, tal y como hice con Schilling, me concentré en lo que hicieron dentro del terreno de juego.
Barry Bonds, Roger Clemens y Sammy Sosa: Desde el 2014 los tres han sido incluídos en mi boleta y este año no será la excepción. El trío irá para su noveno año en la papeleta luego que Clemens obtuvo 61%, Bonds 60.7% y Sosa 13.9% el año pasado.
Llevo tiempo diciendo que se me hace difícil pensar que Bonds, quien es probablemente fue el mejor bateador de su generación y quizás hasta en la historia, además de líder jonronero de todos los tiempos y siete veces ganador del Jugador Más Valioso, no tenga su placa en Cooperstown al igual que Clemens, quien logró 354 triunfos y ganó siete Cy Young.
Para mí ambos eran “Hall of Famers” antes de que se desatara la llamada “Era de Esteroides”, y por eso les doy mi voto. En el caso de Sosa, bateó 609 jonrones y tuvo 1,667 remolcadas, números extraordinarios para ser considerado.
Billy Wagner: El Salón de la Fama tiene a grandes apagafuegos como Mariano Rivera, Trevor Hoffman, Lee Smith, Dennis Eckersley, Rollie Fingers, Goose Gossage y Bruce Sutter. Entonces no debe faltar Wagner, quien tuvo 422 salvados, una efectividad de 2.31 y 1,196 ponches en 16 campanas.
Todd Helton: El inicialista en 12 de sus 17 campañas bateó los .300 y ganó un título de bateo con un promedio de .372. De por vida tuvo excelente números: .316, 2,519 hits, 369 jonrones y 1,406 carreras impulsadas. Jugó toda su carrera en Colorado, donde siempre se ha dicho que la altura ayuda a los bateadores, pero hay que ser bueno para meter palos sea donde sea.
Bobby Abreu: Es cierto que no sobresale algún título de bateo o de jonrones, o cifras mágicas como 500 jonrones o 3,000 hits, pero el venezolano fue un pelotero muy sólido: 2,470 hits, 574 dobles, 59 triples, y 288 jonrones y 400 bases robadas. Se retiró con un WAR de 60 y está a la par de otros jardineros como Andre Dawson (64.8), Dave Winfield (64.2), Vladimir Guerrero (59.4) y Kirby Puckett (51.1). Todos están en el Salón de la Fama.
Scott Rolen: Con el descongestionamiento en la boleta, incluí al tercera base por primera vez. El año pasado recibió un 35.3% y debe tener un aumento significativo este año.
Las lesiones perjudicaron su carrera, pero aún así fue uno de los mejores tercera bases de su generación con ocho Guantes de Oro (sólo Mike Schmidt y Brooks Robinson tienen más) y números ofensivos sólidos: .281 de promedio, 316 jonrones, 1,287 carreras impulsadas y 2,077 hits en 17 temporadas.
Jeff Kent: El bateador derecho tuvo promedio de por vida de .290 con 2,461 hits, incluyendo 377 jonrones y 560 dobles, y 1,518 carreras impulsadas, pero cuando empiezas a mirar sus números como segunda base aparece como líder en bambinazos en la historia con 351 y cuarto entre los líderes de remolcadas con 1,467. También ganó un premio de Jugador Más Valioso (.344, 33 HR, 125 RBI’s) en el 2000.
Es cierto que ni siquiera era considerado el mejor jugador en los equipos en que jugó, incluyendo los Gigantes que tenían a Barry Bonds, y tampoco era un gran defensor, pero tampoco era un manco.
Ahí están los 10 de mi boleta.
El próximo 26 de enero, el Salón de la Fama del Béisbol dará a conocer los resultados y la ceremonia de exaltación se hará en conjunto con la Clase del 2020 encabezado por Derek Jeter y Larry Walker ya que la pandemia obligó que la misma fuera pospuesta.