Pete Alonso llegó para quedarse a Queens.
En una ciudad como Nueva York donde usualmente son los “bombarderos” de los Yankees los que acaparan la atención de los medios de comunicación, Alonso en poco tiempo y a fuerza de bambinazos se ha convertido en uno de los querendones de las portadas deportivas.
Si bien los Mets en muchas ocasiones han sido noticia por todas las razones equivocadas luego de una desastrosa primera mitad de campaña, Alonso ha sido el único constante positivo de la novena de Queens.
El pelotero de sangre española por parte de su abuelo paterno parecía destinado a iniciar la temporada en Triple A con miras a controlar su tiempo de servicio en las ligas mayores, pero los Mets decidieron incluirlo en el roster para el Día Inaugural luego de una actuación destacada durante los entrenamientos primaverales.
Sin embargo, nadie se hubiese imaginado que el joven toletero de 24 años sería tan bueno, tan pronto. Ni siquiera Alonso, quien se ha convertido en el gran favorito para obtener el galardón de Novato del Año de la Liga Nacional.
“La temporada ha sido increíble”, indicó recientemente Alonso luego de establecer la marca de cuadrangulares para un novato en la Liga Nacional con 40 durante una victoria sobre los Kansas City Royals.
“Hasta el momento ha sido un sueño hecho realidad y sólo quiero continuar construyendo sobre eso y tratar de ayudar a mi equipo a ganar”, agregó el toletero que batea para .268 con 40 jonrones y 97 carreras impulsadas.
Seleccionado por los Mets en la segunda ronda del draft del 2016, Alonso dio muestras de lo que estaba por venir cuando la temporada pasada disparó 36 jonrones e impulsó 119 carreras en 132 juegos combinados en Doble A y Triple A.
Luego, bateó .352 con cuatro cuadrangulares y 11 remolcadas en 22 juegos esta primavera para ganarse un puesto dentro del equipo y desde entonces ha superado todas las expectativas en su año de novato.
Su llegada a Queens y su apellido hispano también traen su historia. Su fenecido abuelo paterno, Peter Conrad Alonso, huyó desde su tierra natal Barcelona durante la Guerra Civil Española y terminó en Nueva York uniéndose a familia que residía en el condado mencionado.
Y aunque el jugador de los Mets nació en Tampa, Florida, aún tiene familiares en la Gran Manzana que celebran los logros que ha conseguido en poco tiempo.
El impacto del inicialista en su primer año ha sido de inmediato. Se llevó a casa el trofeo del “Home Run Derby” durante las festividades del Juego de Estrellas y un premio de un millón de dólares –nada mal cuando consideras que está devengando $555,000 en su primer año. Pero también podría concluir con la mejor temporada en la historia para un jugador de los Mets.
El primera base ya posee el récord de jonrones en una campaña para un novato del equipo y en la Liga Nacional, y ahora está a dos vuelacercas de imponer la marca de franquicia que comparten el boricua Carlos Beltrán (2006) y Todd Hundley (1996) con 41.
También está en posición para romper el récord de extrabases del equipo (80) y el de carreras impulsadas que tienen Mike Piazza (1999) y David Wright (2008) con 124.
Restando cinco semanas de acción en las Grandes Ligas, Alonso todavía tiene tiempo para seguir dando de qué hablar ya que es una de las bujías de unos Mets que han revivido y están en plena lucha por uno de los wildcards de la Liga Nacional.
“Todo esto es loco”, reconoció Alonso. “No sé que decir. Imagínate, llegando al campo de entrenamiento, ni siquiera sabía si iba a hacer equipó”.
Ahora es todo un fenómeno. Con un futuro prometedor por delante y parte de un núcleo de talento joven que ha irrumpido de forma sensacional en las Grandes Ligas, Alonso ya se metió a los fanáticos de los Mets en el bolsillo como su nuevo “Rey”.