Se dice que “el papel aguanta todo” y antes de realizarse el primer lanzamiento de la Serie Mundial, sobre el papel se decía que los Houston Astros eran los favoritos para alzarse con su segundo título en los últimos tres años.
Pero la realidad es que en el béisbol no hay nada escrito y los Washington Nationals lo demostraron con la conquista de su primer campeonato en la historia al superar a la novena texana en siete encuentros, dejando a la gran mayoría de los expertos y seguidores del béisbol con un gran ¿qué pasó?
Esto es sencillo, no siempre gana el mejor equipo. A la hora de la verdad, las 107 victorias de los Astros durante la temporada regular sirvieron para asegurar el título de la División del Oeste y la ventaja local a través de la postemporada. Nada más.
Dave Martínez ???? se convirtió en el segundo manager puertorriqueño -y de forma consecutiva- en alzar el trofeo de la Serie Mundial. ⚾⚾
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De ningún modo quiero hacer leña del árbol caído.
Los Astros tenían un gran pitcheo encabezado por los abridores Justin Verlander, Gerrit Cole y Zack Greinke, y un bullpen bastante sólido, además de una ofensiva explosiva con por José Altuve, Michael Brantley, George Springer, Alex Bregman, Carlos Correa y Yuli Gurriel, entre otros.
Pero algunas fisuras quedaron de manifiesto durante la Serie Divisional en que fueron extendidos a un decisivo quinto partido por los Tampa Bay Rays. Luego, contra los New York Yankees en la Serie de Campeonato, también pasaron algunos apuros con su ofensiva aunque salieron triunfantes en seis juegos.
En el Clásico de Otoño se enfrentaron a un equipo que muchos desahuciaron luego de un inicio de 19-31 en la División del Este. Pero la realidad es que Washington entró a la postemporada como el equipo caliente y lo demostró dejando en el camino a los Milwaukee Brewers, Los Angeles Dodgers y St. Louis Cardinals.
Aún así, hasta yo creía que su aura de “equipo destino” había llegado a su fin al ser barridos en los tres encuentros en Washington y con los Astros con dos oportunidades de acabar la serie en su casa.
Pero no fue así. Algunos le echarán la culpa a las dos derrotas de Verlander (siete carreras permitidas en dos aperturas) o inclusive al inesperado revés de Cole en el primer partido.
Otros destacarán la falta del bateo oportuno en situaciones cruciales o que el bullpen se desmoronó en los últimos dos partidos al ceder ocho carreras en 6.2 entradas.
Al final, no hay excusas. Los Nationals jugaron mejor en el partido que valía: el séptimo y último encuentro.
Ahora es fácil ponerse el sombrero de manager al conocer el desenlace, pero no me queda de otra que cuestionar la movida del dirigente A.J. Hinch de relevar a Greinke en la séptima entrada con apenas 80 lanzamientos luego de ceder un jonrón solitario de Anthony Rendón y un boleto gratis a Juan Soto. ¿Estaba sin gasolina Greinke?
Hinch trajo a juego a Will Harris, quien cedió inmediatamente un jonrón de dos carreras a Howie Kendrick para darle vuelta al marcador y poner a Washington arriba por 3-2. Ahora el manager de los Astros tendrá todo el invierno para pensar en esa movida.
“Pensaré en ello”, reconoció Hinch luego del partido durante su conferencia de prensa. “Y no sé qué habría pasado si lo hubiera dejado. Pero ese fue lo que había visualizado en función de cómo iba el juego y de lo que teníamos disponible”.
Si bien el batazo de Kendrick fue un golpazo, lo que realmente hundió a los Astros fue que el bullpen cedió una carrera más en el octavo y dos más en la novena. Eso fue el último clavo al ataúd.
Aunque el MVP de la Serie Mundial recayó sobre Stephen Strasburg, el dominicano Juan Soto también tuvo méritos para recibir el premio. ????
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Cole, quien maniató a los Nationals en tres hits y una carrera en el triunfo de los Astros en el quinto partido, estuvo calentando en el bullpen, pero Hinch decidió no utilizarlo lo que también abrió las puertas para cuestionamientos.
El dirigente indicó que el as sólo hubiese entrado en juego si estaban en posición de ganar la Serie Mundial y tenían la ventaja, pero en un séptimo encuentro todo vale. No hay mañana.
Todas las cartas están sobre la mesa y frenar a los Nationals era la prioridad después del séptimo inning ya que no es lo mismo estar en desventaja de una carrera que estar abajo 4-2 y luego 6-2 como sucedió debido a fallas del bullpen.
Dicho esto, una gran postemporada llegó a su fin con un campeón que pocos esperaban. Como dicen por ahí… Así es el béisbol.