Les tomó un poco más tiempo de lo esperado, pero finalmente la Clase del 2020 tomó su lugar en el recinto sagrado del Salón de Fama del Béisbol en Cooperstown, Nueva York.
La pandemia del coronavirus obligó a una espera de más de un año para la exaltación de Derek Jeter, Larry Walker, Ted Simmons y el fallecido Marvin Miller como nuevos inmortales, pero cuando llegó el momento de oficialmente iniciar la ceremonia todo quedó en el olvido.
En medio de un ambiente festivo y la presencia de la gran mayoría de los miembros del Salón de la Fama junto a invitados de lujo como los exbasquetbolistas Michael Jordan y Patrick Ewing, además de los exYankees Mariano Rivera, Jorge Posada y Bernie Williams, entre otros, el “Nicho de los Inmortales” volvió a ser foco de atención.
Como era de esperarse la mayor parte de la multitud llegó a Cooperstown para celebrar la exaltación del excapitán de los New York Yankees y lo vitorearon con cánticos de “¡De-rek Je-ter!…De-rek Je-ter!”.
Jeter, quien terminó su carrera con 3,465 hits, 14 selecciones a Juego de Estrellas, cinco Guantes de Oro y cinco anillos de Serie Mundial, agradeció a sus padres por el apoyo incondicional durante toda su vida.
“Ambos me convencieron de que podría lograr cualquier cosa si me lo proponía”, dijo Jeter en su discurso. “Me enseñaron a demostrarle a la gente que estaban equivocados. Hasta el día de hoy, recuerdo cada vez que se dudaba de mí. Es lo que todavía me impulsa hoy”.
El ahora ejecutivo y co-propietario de los Miami Marlins reiteró que su sueño desde pequeño fue jugar con los Yankees y que siente orgullo de haberlo hecho durante toda su carrera.
Luego de agradecer a personas allegadas que lo ayudaron a alcanzar su sueño y a sus excompañeros, Jeter tuvo un mensaje especial para los fanáticos a quienes también consideró que fueron cruciales en el éxito alcanzado a través de su carrera.
“Ustedes son apasionados, leales, inteligentes, vocales, desafiantes y de gran apoyo”, indicó el extorpedero. “Hay una gran responsabilidad que viene con el uso del uniforme de los Yankees. Tienes que ganártelo. Todos los días, sentí que te estaba representando a ti y a todo Nueva York. Lo hice de la mejor manera que sé. Me presionaste para que lo probara una y otra vez”.
The Captain will forever have a home in Cooperstown. #HOF2021
(?: Milo Stewart Jr.) pic.twitter.com/XaAk9ty9nc
— National Baseball Hall of Fame and Museum ⚾ (@baseballhall) September 8, 2021
Walker, quien entró al Salón de la Fama en su último año de elegibilidad, lo que significó una espera de 15 años (cinco años retirado y 10 en la boleta de votación), señaló en su discurso que es un ejemplo vivo de que nada es imposible de alcanzar.
“Estar aquí ahora mismo es una prueba de que el trabajo duro puede rendir frutos”, dijo el jardinero canadiense que se crió jugando hockey antes de probar suerte en el béisbol y firmar con los Montreal Expos por $1,500.
Reconoció que aprendió a jugar béisbol por su paso en las ligas menores hasta finalmente alcanzar las Grandes Ligas donde estuvo 17 años con los Expos, Rockies y Cardinals y ganó tres títulos de bateo, siete Guantes de Oro y un galardón de MVP de la Liga Nacional en 1997.
Ahora tendrá el honor de ser apenas el segundo canadiense en el Salón de la Fama, junto al exlanzador Fergusen Jenkins.
“Comparto este honor con todos los canadienses”, dijo Walker. “Y espero para todos los niños canadienses que sueñan con jugar en las Grandes Ligas, que verme aquí hoy les dé otra razón para perseguir esos sueños”.
Officially official! #HOF2021
(?: John Janitz) pic.twitter.com/XZzu6DlRny
— National Baseball Hall of Fame and Museum ⚾ (@baseballhall) September 9, 2021
Simmons, por su parte, brilló como receptor durante 21 temporadas con los Cardinals, Brewers y Braves, y amasó números respetables como 2,472 imparables, 248 jonrones y 1,389 carreras impulsadas y ocho selecciones a Juego de Estrellas.
Aunque quedó fuera de la boleta en su primer año de elegibilidad en 1993, el Comité de Veteranos lo eligió, convirtiéndose así en el primer jugador en ser exaltado luego de salir de la boleta en su primer turno.
“Hay muchos caminos hacia Cooperstown”, indicó Simmons, quien tuvo cargos gerenciales en varias organizaciones después de retirarse. “Para algunos, llega rápido. Y para otros, toma un poco de tiempo. Para aquellos como yo, el camino es largo. Y aunque mi camino cayó en el lado más largo, no cambiaría nada”.