En una época que usualmente los equipos y peloteros están preparándose en sus campos de entrenamiento en Florida y Arizona para el inicio de la temporada de las Grandes Ligas, pues la acción brilla por su ausencia con la excepción de los campamentos de ligas menores.
La batalla entre los propietarios y la Asociación de Jugadores sigue a todo tren sin que ambas partes pueden llegar a un acuerdo para un nuevo convenio colectivo que pondría fin al paro laboral desde el pasado 2 de diciembre.
Y ahora con la cancelación del inicio de la temporada regular prevista para el 31 de marzo, pues queda sobre la mesa si habrá algún modo que se pueda solucionar este conflicto que se ha convertido en una agria disputa entre ambos bandos.
Cuando el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, anunció que el sindicato de jugadores no aceptó la última propuesta de los dueños de equipos y decidió cancelar las primeras dos series de la campaña, las reacciones no se hicieron esperar.
Unos le echan la culpa a Manfred y a los propietarios, y otros a los peloteros, y como es natural siempre hay dos caras en cada moneda en asuntos de esta índole.
Lo cierto es que luego de nueve días de negociaciones e intercambios de propuestas, parecía que se veía luz al final del túnel el martes en las reuniones en el complejo de entrenaniento de los Miami Marlins y St. Louis Cardinals en Jupiter, Florida, y de repente llegó el anuncio de que no se alcanzó un acuerdo.
Lo que dice Rob Manfred
“Siempre tuve la esperanza de que no tendría que estar en esta posición de cancelar juegos. Trabajamos duro para evitar un resultado que fuera malo para nuestros fanáticos, malo para nuestros jugadores y malo para nuestros equipos”, indicó Manfred en una carta abierta a los fanáticos del béisbol.
“Quiero asegurarles a nuestros aficionados que no haber podido llegar a un acuerdo no se debió a una falta de esfuerzo por parte de ninguna de las dos partes. Los jugadores estuvieron aquí por nueve días, trabajaron duro y trataron de llegar a un acuerdo. Agradezco su esfuerzo”.
“Nuestro comité de representantes de los clubes se comprometió con el proceso, ofreció compromiso tras compromiso y siguió trabajando después de la fecha límite para agotar todos los esfuerzos, con el objetivo de llegar a un acuerdo. Hasta ahora, hemos fallado en nuestro objetivo de alcanzar ese meta mutua, que es un acuerdo justo. Lo desafortunado es que el pacto que hemos presentado tiene inmensos beneficios para los fanáticos y los jugadores”, agregó.
Manfred reveló en su escrito que los propietarios aceptaron realizar cambios considerables:
- Elevar el salario mínimo a $700,000, un aumento de $130,000 con respecto al 2021.
- Crear un fondo de bonificaciones de $30 millones para los mejores jugadores jóvenes.
- En general, seg[un Manfred, significaría un aumento del 33% a casi dos tercios de los jugadores de Grandes Ligas y más de $100 millones anuales en compensaciones adicionales para los jugadores jóvenes.
- Un draft estilo lotería y un sistema de incentivos para alentar a colocar a sus mejores prospectos en sus rosters para el Día Inaugural.
- Jugadores que terminaran en el primer y el segundo lugares en la votación para Novato del Año en cada liga recibirían un año completo de tiempo de servicio.
- Eliminar la compensación directa en forma de puestos en el draft en la agencia libre
- Un Draft Internacional que repartiría el talento de forma más justa entre los equipos y así reducir los abusos en algunos mercados internacionales.
- Una postemporada ampliada a 12 equipos
- Bateador designado universal
- Nuevas reglas como el cronómetro para los lanzadores y la eliminación de los ajustes defensivos (shifts).
Sin embargo, el punto de mayor conflicto sigue siendo el llamado Impuesto al Balance Competitivo que el gremio dice que se asemeja más a un tope salarial. Manfred explicó que los dueños aprobaron un aumento significativo en ese renglón.
Según informes, las Grandes Ligas está dispuesto aumentar el impuesto de lujo $210 millones a $220 millones en cada una de las próximas tres campañas y luego a $224 millones en 2025 y $230 millones en 2026.
Pero los jugadores supuestamente están pidiendo que el impuesto sea de $238 millones para este año seguido por $244 millones (2023), $250 millones (2024), $256 millones (2025) y $263 millones (2026).
Manfred reconoció en la conferencia de prensa del martes que existe “un problema de disparidad en las nóminas y que debilitar el único mecanismo en el acuerdo que está diseñado para promover una apariencia de equilibrio competitivo es algo que no creo que el grupo de equipos esté preparado para hacer en este momento”.
Lo que dicen los peloteros
El presidente de la Asociación de Jugadores, Tony Clark, arremetió contra los propietarios y los acusó de manipular el béisbol de las Grandes Ligas.
“El juego ha sufrido daños desde hace un tiempo. El juego ha sido manipulado”, dijo Clark en una reunión con la prensa en que también criticó la forma en la que los “jugadores han sido comercializados en el mercado actual de las Grandes Ligas bajo un esquema difícil de explicar”.
En una declaración escrita, la Asociación dijo que “los jugadores y fanáticos de todo el mundo que aman el béisbol están disgustados, pero lamentablemente no sorprendidos” por la decisión de cancelar partidos.
“Desde el comienzo de estas negociaciones, los objetivos de los jugadores han sido consistentes: promover la competencia, proporcionar una compensación justa para los jugadores jóvenes y defender la integridad de nuestro sistema de mercado. En el contexto de ingresos crecientes y ganancias récord, buscamos nada más que un acuerdo justo”.
“Lo que Rob Manfred caracterizó como un ‘paro laboral defensivo’ es, de hecho, la culminación de un intento de décadas por parte de los propietarios de romper nuestra fraternidad de jugadores. Como en el pasado, este esfuerzo fracasará. Estamos unidos y comprometidos a negociar un trato justo que mejorará el deporte para los jugadores, los fanáticos y todos los que aman nuestro juego”, finalizó.
Statement from the Major League Baseball Players Association: pic.twitter.com/rmpciPsQm4
— MLBPA Communications (@MLBPA_News) March 1, 2022
Lo próximo
Las negociaciones se espera que continuen en Nueva York. Es muy difícil predecir que sucederá, pero una de las partes tendrá que ceder, especialmente en cuanto al impuesto de lujo que parece ser el mayor tranque por parte de los jugadores. Por ahora no habrá béisbol y la molestia sigue creciendo, especialmente entre los fanáticos.