El béisbol vuelve a estar de luto.
Joe Morgan, el estelar intermedista que fue una de las bujías de “la Gran Maquinaria Roja”, falleció el domingo en su residencia de Danville, California, informó el lunes un portavoz de la familia. Tenía 77 años.
La muerte de Morgan es el más reciente de varias leyendas del béisbol en este año, incluyendo Whitey Ford, Bob Gibson, Lou Brock, Tom Seaver y Al Kaline, todos miembros del Salón de la Fama del Béisbol.
Según informes, Morgan padecía de polineuropatía, un trastorno de los nervios periféricos.
El intermedista fue considerado uno de los grandes jugadores de su generación y entró al Nicho de los Inmortales en su primer año de elegibilidad en el 1990. Fue nombrado el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en dos ocasiones (1975 y 1976), y también fue seleccionado para 10 ediciones del Juego de Estrellas, además de ganar cinco Guantes de Oro.
En su carrera de 22 años, Morgan terminó con un promedio de por vida de .271 con 2,517 imparables, incluyendo 449 dobles y 268 jonrones, además de impulsar 1,133 carreras y acumulr 1,650 anotadas y 689 bases robadas.
The Reds are heartbroken to learn of the passing of baseball legend Joe Morgan. pic.twitter.com/zBoQ2gHZys
— Cincinnati Reds (@Reds) October 12, 2020
Siempre será recordado por su peculiar movimiento del codo izquierdo cuando bateaba y por ser una de las figuras claves de los Cincinnati Reds que ganó dos Series Mundiales, precisamente en los años que fue escogido el MVP, y que tenía figuras como Pete Rose, Johnny Bench, el cubano Tany Pérez y el venezolano David Concepción, y Ken Griffey padre, entre otros.
En el Clásico de Otoño del 1975, Morgan pegó un sencillo para romper el empate con dos outs en el noveno inning en el séptimo juego dándole a los Reds el título en una memorable serie con Boston. También fue la chispa en la barrida sobre los New York Yankees en la siguiente temporada al promediar .333 (cinco hits en 15 turnos) con un jonrón y dos empujadas.
Morgan, quien también jugó con los Houston Colts 45’s previo a que se llamaron los Astros y con los Giants, Phillies y Athletics, se retiró en el 1984 e inmediatamente realizó la transición a comentarista del béisbol, convirtiéndose en uno de los más populares hasta el 2010 cuando regresó a los Reds como asesor.