La entrega de los premios anuales que otorga la Baseball Writers Association de America (BBWAA) llegó a si fin con el cubano José Abreu y Freddie Freeman llevándose los Más Valiosos en la Liga Americana y Liga Nacional, respectivamente, pero no todo estuvo a pedir de boca.
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Freddie Freeman obtiene su primer MVP en la Nacional - Sección Especial: ¡Viva Clemente! por Unanimo Deportes
Veamos lo que me dejó las votaciones de este año…
Poco cariño para un “bravo”
Estemos claro. Abreu era claro ganador del MVP en la Liga Americana luego de su monstruosa temporada con los Chicago White Sox. Los números no mienten: promedio de .317 (cuarto en la liga), 19 jonrones (segundo detrás de los 22 de Luke Voit) y 60 carreras impulsadas, líder en las Mayores. También terminó primero en imparables (76), bases totales (148) y slugging (.617). ¡No contest!
En la Liga Nacional, no tengo problema con la selección de Freeman ya que también tuvo una actuación estupenda con promedio de .341 (segundo en la liga), 23 dobles (líder), 13 jonrones y 53 remolcadas (2do), y segundo en slugging, porcentaje de embasamiento y OPS.
Mira esos números de Freeman y observa los del dominicano Marcell Ozuna: promedio de .338 (3ro en la liga) con 18 jonrones y 56 carreras impulsadas, líder en estos últimos dos departamentos.
En septiembre cuando muchas veces se decide el premio, Freeman bateó .375 con 8 bambinazos y 32 impulsadas, mientras que Ozuna terminó con .394, 10 jonrones y 33 remolcadas. Dos grandes actuaciones de estos jugadores de los Atlanta Braves.
El resultado final un MVP cómodo para Freeman con 28 de los 30 votos de primer lugar mientras que Ozuna terminó ¡SEXTO! detrás de Mookie Betts (Dodgers), Manny Machado (Padres), Fernando Tatis Jr. (Padres) y Juan Soto (Nationals).
Ozuna recibió dos votos de tercer lugar, uno de cuarto, 11 de quinto, 14 de sexto y dos de séptimo para un total de 167 puntos.
¿Cuál fue la diferencia? El quisqueyano fue utilizado mayormente como bateador designado. En general vio acción en 39 encuentros como designado y otros 21 en los jardines. Una vez más quedó demostrado el discrimen que hay contra el puesto a la hora de emitirse votos para los premios anuales y hasta la votación para el Salón de la Fama de Béisbol.
En una temporada recortada a 60 juegos y con un bateador designado universal, pues el dirigente de los Braves, Brian Snitker, le sacó partida a la situación para beneficio de su equipo. Cuando los Braves firmaron a Ozuna nunca pensaron en usarlo como designado salvo a cuando visitaran un estadio de la Liga Americana.
Bajo circunstancias especiales debido a la corta campaña, creo que era necesario ver de distinta manera la función del “DH” porque cada partido tenía un signifcado mayor a la hora de jugarse. Ozuna fue quién le brindó la tan importante protección que necesitaba Freeman en la alineación como tercer o cuarto bate y produjo mejores números que los primeros cinco en la votación.
¿Por qué Kevin Cash?
Don Mattingly fue el justo ganador del Manager del Año en la Liga Nacional, pero en la votación de la Liga Americana tengo mis reservas sobre la selección del dirigente de los Tampa Bay Rays, Kevin Cash. Debió haber sido el boricua Charlie Montoyo (Blue Jays) o el mexicano Rick Rentería (White Sox).
Okay, sí los Rays tuvieron la mejor marca en la Americana con 40-20, pero no creo que haya sido una sorpresa dado a la caída de los Yankees por la plaga de lesiones que sufrieron como Aaron Judge, Giancarlo Stanton… y puedo seguir mencionando nombres, y un cuerpo monticular tambaleante golpeado por la baja de Luis Severino (hombro) y Domingo Germán (suspensión). Además, Tampa Bay tiene un gran pitcheo y eso es lo que gana partidos.
El éxito de los Rays es que viven y mueren con la sabermatría. La “computadora” les dice qué hacer, y entonces, ¿ahora Cash es un genio? Blake Snell pudo haber estado tirando un “no-hitter” en el fatídico sexto encuentro de la Serie Mundial y es muy posible que lo sacaran comoquiera dejándose llevar por la analítica. Ya vemos lo que pasó.
Me hubiese ido con Montoyo cuyos juveniles Jays (32-28) tuvieron que jugar la campaña completa fuera de la comidad de su estadio. El puertorriqueño tuvo que barajear una rotación, que si bien tenía un as en Hyun-Jin Ryu, el resto eran caras nuevas y descartes de otros equipos. Y llegaron a los playoffs por primera vez desde el 2016.
Lo mismo se puede decir sobre Rentería, quien guió a los White Sox (35-25) a su primera postemporada desde el 2008, aunque comoquiera fue despedido del puesto.
Otras cosas más…
La votación por los Cy Young no trajo sorpresas. Shane Bieber (Indians) fue ganador de la Triple Corona de los lanzadores en las Grandes Ligas (8-1, 1.63 efectividad, 122 ponches) y se llevó el premio de forma unánime en la Liga Americana.
El lanzador de los Cincinnati Reds y ahora agente libre Trevor Bauer (5-4, 1.73 de efectividad, 100 ponches) cargó con el premio en la Nacional en lugar de mi favorito Yu Darvish (8-3, 2.01 ERA, 93 ponches), pero puedo vivir con ello aunque a regañadientes.
Los Novatos del Año fueron Kyle Lewis (Mariners) y Devin Williams (Brewers) en la Americana y Nacional, respectivamente. Entiendo que el relevista Williams tuvo un gran año con marca de 4-1 con una microscópica efectividad de 0.33, 53 ponches en 27 entradas en 22 apariciones, pero creo que no se le hizo justicia a Jake Cronenworth (Padres).
El jugador del cuadro fue una revelación con promedio de .285, cuatro jonrones y 20 impulsadas, y su gran versatilidad en tres posiciones: segunda base, campocorto y primera base. Entre los novatos terminó entre los líderes en anotadas, hits y bases totales, y fue un complemento perfecto en una alineación que tenía a Manny Machado, Fernando Tatis Jr y Eric Hosmer. Jugó en 54 de los 60 encuentros de los Padres, que llegaron a los playoffs.
Casi todos los premios de Novatos del Año de distintas publicaciones y entidades le otorgaron el mismo a Cronenworth, pero no fue así en esta votación. Así son las cosas.