La sequía campeonil de los Dodgers de Los Angeles llegó a su fin.
Los Dodgers conquistaron su primer título de Serie Mundial en 32 años al derrotar por 3-1 a los Rays de Tampa Bay en el sexto partido del clásico de otoño en el estadio Globe Life en Arlington, Texas.
La novena angelina, que disputaba su 24to Clásico de Otoño, consiguió de esta manera su séptimo campeonato y a su vez sepultó los fantasmas de sus últimas dos visitas en el 2017 y 2018 cuando cayeron ante los Astros de Houston y los Red Sox de Boston.
Sin dudas fue el año de los Dodgers. En una accidentada campaña reducida a 60 encuentros debido a la pandemia del coronavirus, tuvo la mejor marca de las Grandes Ligas, y dejó en el camino a los Brewers de Milwaukee, Padres de San Diego y los Braves de Atlanta en los playoffs para así sumar otro campeonato a sus anteriores (1955, 1959, 1963, 1965, 1981 y 1988).
Los Rays trataron de mantenerse con vida y forzar un séptimo y decisivo encuentro, y durante las primeras cinco entradas gracias a un jonrón solitario del cubano Randy Arozarena –su 10mo. de la postemporada– en la primera entrada y el brazo de Blake Snell parecía encaminarse a ello.
Snell, ex ganador del Cy Young, maniató por completo a los Dodgers al ceder apenas un hit en los primeros cinco episodios. Sin embargo, el zurdo cedió un imparable a Austin Barnes con un out en el sexto acto y fue retirado del montículo por el manager Kevin Cash, una movida que seguramente será cuestionada por bastante tiempo.
El relevista Nick Anderson entonces cedió un doble a Mookie Betts para adelantar a Barnes a tercera base desde donde anotó posteriormente con un wild pitch para así empatar el marcador.
Luego, Corey Seager bateó roleta hacia la inicial que fildeó Yandy Díaz, pero su tiro al plato no llegó a tiempo para sacar al veloz Betts. De esta manera los Dodgers tomaron la ventaja por 2-1.
El relevista venezolano Brusdar Graterol y el mexicano Julio Urías se encargaron del encuentro y silenciaron a los Rays, mientras que Betts, quien llegó a los Dodgers en un cambio antes de iniciar los entrenamientos primaverales, pegó un jonrón solitario en el octavo para aumentar la diferencia a 3-1.
Urías, quien en esta postemporada ganó cuatro juegos, volvió a convertirse en figura clave al lanzar las últimas 2.1 entradas sin permitir libertades a los Rays. En la novena retiró a Manuel Margot con elevado antes de ponchar a Mike Brosseau y Willy Adames para así iniciar el festejo de los Dodgers.
González (1-0), que fue el quinto de los siete lanzadores que utilizaron los Dodgers, trabajó una entrada y un terció para sacar el tercer “out” del quinto episodio y los tres del sexto con una labor perfecta de tres ponches tras realizar 18 lanzamientos y 12 fueron a la zona del “strike”.
Los Rays tuvieron una gran campaña al conseguir la mejor marca en la Liga Americana y dejaron en el camino a los Blue Jays de Toronto, Yankees de Nueva York y los Astros, pero por segunda vez en su historia se quedaron cortos en la Serie Mundial luego de perder frente a los Phillies de Filadelfia en el 2008.
Corey Seager: El MVP
Corey Seager cerró con broche de oro su gran postemporada al ser nombrado el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial luego de batear .400 (8 hits en 20 turnos) con dos jonrones y cinco carreras impulsadas. y concluyó la postemporada con un promedio de .344 con ocho bambinazos y 19 empujadas.