La temporada de los Tampa Bay Rays no terminó con su primer trofeo de la Serie Mundial, pero la postemporada sirvió como la fiesta de bienvenida para un tesoro escondido en Randy Arozarena.
El “Misil Cubano” sorprendió durante el último mes de la temporada regular al batear para .281 con siete jonrones y 11 impulsadas, pero el jardinero llevó a su juego a otro nivel en los playoffs e hizo historia en el proceso dejando atrás varias marcas en poder de nombres consagrados en el béisbol.
Si bien todos los jonrones, imparables y récords no terminaron con el premio mayor, Arozarena nos dejó grandes emociones, y a la organización de los Rays y sus fanáticos con una nueva estrella.
El cubano quebró la marca de ocho jonrones en una postemporada que compartían Barry Bonds (2002), el boricua Carlos Beltrán (2004) y el dominicano Nelson Cruz (2011) al conseguir 10 bambinazos. Además, sus 29 imparables superaron el récord de 26 del venezolano Pablo Sandoval (2014) y la marca de 21 para un novato de Derek Jeter (1996).
Unreal pic.twitter.com/4seShldQ53
— MLB Pipeline (@MLBPipeline) October 28, 2020
Arozarena terminó la Serie Mundial con un promedio de .364 (ocho hits en 22 turnos) con tres jonrones y cuatro remolcadas para redondear su postemporada con .377, 10 bambinazos y 14 carreras impulsadas.
No se le podía pedir más al novato cubano de 25 años. Bueno, quizás lanzar un par de entradas también. Así de brillante fue su actuación. Hasta sus rivales tuvieron elogios como el jardinero de los Dodgers, Cody Bellinger.
“Eso fue increíble. Lo estuvimos viendo en San Diego, lo que hizo contra los dos equipos de la Liga Americana, y luego lo trajo en la Serie Mundial. Nunca se detuvo”, dijo Bellinger al ser entrevistado por MLB Network. “Un talento realmente especial, claramente, y tendrá una carrera increíble por delante”.