La guillotina cayó fuerte sobre los Houston Astros al conocerse las sanciones por parte de las Grandes Ligas debido al escándalo de robos de señales y que le costaron el trabajo al dirigente AJ Hinch y el gerente general Jeff Luhnow.
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Pero ahora todos los cañones del comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, se enfilan hacia los Boston Red Sox y su ahora exmanager Alex Cora, y realmente la cosa no pinta bien para el puertorriqueño que quedó en el ojo del huracán. El escándalo le costó su puesto como dirigente luego que el martes el equipo y él acordaron de forma mutua tomar caminos distintos.
Cora, quien en el 2017 era el coach de banca de los Astros, apareció mencionado en el informe como eje del esquema para robar señales, y se dice que también estableció un sistema parecido a su llegada a los Red Sox, que también están bajo investigación.
Según el informe del comisionado, Cora a principios de la temporada de 2017, “comenzó a llamar al cuarto de video de revisiones (de jugadas de los Astros) desde el teléfono de revisiones para obtener información de las señales”.
Además, según el informe, empleados del cuarto de video de revisiones de jugadas comunicaban información de la secuencia de señales mediante mensajes de textos, que eran enviados a relojes inteligentes de los entrenadores o a sus celulares.
“Cora estuvo involucrado en tanto el desarrollo de la estrategia de darle golpes a un dron de basura para anunciar qué tipo de pitcheo sería realizado así como el utilizar el cuarto de revisión de jugadas para decodificar las señales y poder transmitirla a los jugadores. Con su activa participación toleró implícitamente lo que hacían los jugadores”, indicó Manfred.
El puertorriqueño no recibió un castigo en estos momentos, pero el informe establece que puede enfrentar penalidades una vez concluya la investigación que se le realiza a los Red Sox, lo que implica que el castigo podría tan severo o inclusive mayor que el recibido por Hinch y Luhnow, quien fueron suspendidos por un año antes de ser despedidos por Houston.
“Me reservaré el espacio para determinar el nivel apropiado de castigo para Cora hasta que se culmine otra investigación de alegados procesos de robos de señales con usos electrónicos en Boston en el 2018, siendo él dirigente de dicho equipo”, sostuvo Manfred.
Si bien Hinch y Luhnow perdieron sus trabajos, Cora es quién peor quedó parado en el informe, y todavía resta por conocerse los resultados de la investigación de su exequipo que ganó el título de la Serie Mundial en su primer año como dirigente.
Los diarios puertorriqueños El Nuevo Día y Primera Hora contactaron a Cora el lunes luego de difundirse el informe y el manager se limitó a decir que no puede “hablar del tema porque MLB nos está investigando”.
Pero la realidad es que no hay mucho que pueda decir ya que el informe lo dice todo, y eso fue lo que puso en marcha su eventual separación de los Red Sox.
Mientras tanto, el despedido gerente general de los Astros, Luhnow, en una entrevista con The Wall Street Journal dijo “no soy un tramposo” e hizo una referencia de que Cora fue el artífice del esquema de robo de señales.
“Como el Comisionado declaró en su informe, yo no dirigí personalmente, supervisé ni entré en ninguna mala conducta. La iniciativa de robar señales no fue algo planificado ni dirigido por la gerencia; la estrategia de darle cantazo a dron de basura fue ejecutado por los jugadores, la estrategia de decodificar señales utilizando videos fue originada y ejecutada por empleados de bajo nivel trabajando en conjunto con el coach del banco (Cora)”, indicó Luhnow al diario de la capital.
Desde que salió publicado el informe, los medios de Boston empezaron a especular sobre posibles reemplazos para Cora.
Según The Athletic, tres personas que estuvieron con los Red Sox durante su temporada campeona del 2018, dijeron que los jugadores visitaban la sala de vídeos, que se encuentra a pocos pasos del dugout de los jugadores en el Fenway Park, para conocer la secuencia de señales de los equipos rivales estaban usando.
¿Suena familiar? Por eso, Cora está en el ojo del huracán y ahora sin trabajo.