El legado del fenecido astro pelotero puertorriqueño Roberto Clemente perdurará por siempre tanto en su patria como en el mundo y muestra de ello es que en la actualidad se cree que es el deportista con más estatuas en el mundo con entre 12 y 14 efigies, según reveló hace tres años The Sporting Statue Project.
“Tiene cinco en Estados Unidos, seis en Puerto Rico y una en Nicaragua”, dijo Chris Stride, directo del proyecto The Sporting Statue Project y profesor de la Universidad de Sheffield en el Reino Unido, en aquel entonces en una entrevista BBC Mundo.
Sin embargo, el pasado marzo previo a una serie amistosa entre las novenas de Puerto Rico y Nicaragua, se desveló otra estatua de Clemente en el nuevo estadio de Managua para sumar a la lista que ya incluye algunas localizadas en el estadio PNC Park de los Piratas en Pittsburgh y en instalaciones en Puerto Rico como el coliseo Roberto Clemente en Hato Rey, el estadio Roberto Clemente Walker y la Ciudad Deportiva Roberto Clemente, ambos en Carolina.
Clemente supera en la lista a figuras de más renombre internacional como Pelé, quien tiene alrededor de 10, y a otros deportistas que también son recordados por su trascendencia como Jackie Robinson, Michael Jordan y Muhammed Alí.
Pero también existen dudas sobre un número exacto debido a la interpretación de lo que es una “estatua” ya que pueden haber figuras temporales, frisos u otras esculturas parecidas.
Según Stride, el hecho de que Clemente tenga numerosas estatuas se debe a sus ejecutorias dentro y fuera del terreno del juego, además de la forma trágica que murió el 31 de diciembre de 1972 cuando se estrelló el avión en el que viajaba mientras transportaba un cargamento de ayuda a las víctimas del terremoto que sacudió Nicaragua.
“Hay tres factores que han contribuido a que él sea el primero”, explicó Stride a BBC Mundo. “Para empezar, fue un gran pelotero y es una práctica común que los mejores jugadores tengan estatuas en su honor”.
“Lo segundo es que triunfó en un deporte que es muy popular en Estados Unidos, y allí hay dinero y los equipos tienen sus propios estadios, a los que adornan con sus héroes deportivos. Y tercero fue la trágica manera en la que murió”, agregó.
“The Great One” en Pittsburgh
Una de las estatuas más visitadas es la de Pittsburgh, ciudad donde Clemente jugó por 18 temporadas desde 1955 a 1972. Ubicada frente al Roberto Clemente Bridge, el monumento fue diseñada por el escultor Susan Wagner y originalmente develada en el antiguo Three Rivers Stadium el 8 de julio de 1994.
Cuando el nuevo estadio de PNC Park fue inaugurado en 2001, la estatua fue trasladada y ubicada en las afueras del recinto a las afueras del jardín central.
La impresionante escultura de bronce mide 12 pies y pesa una tonelada, y descansa sobre una base de granito negro dentro del contorno de un diamante de béisbol.
Debajo de unos cuadros de vidrio que representan la primera, segunda y tercera base hay tierra de Puerto Rico y los antiguos estadios de Forbes Field y Three Rivers. Sobre la base hay una argolla de acero que rodea el diamante que inscrito 15 eventos en la vida de Clemente, quedando una 16ta posición vacía simbolizando el círculo incompleto de la vida del fenecido pelotero.
Si alguna vez te encuentras en Pittsburgh, no dejes pasar la oportunidad de ver este histórico monumento.