En el mundo del deporte como en la vida misma, solemos ponerle apodos a los amigos, desde la infancia y que en algunos casos el sobrenombre termina siendo mas usado y que en ciertas ocasiones ese mote, no tiene nada que ver o tiene relación alguna con la persona.
Particularmente con el apodo ‘Chino’, que en México por ejemplo se usa para la gente de cabello rizado pero que en Argentina se usa también para la gente de ojos rasgados, pómulos muy pronunciados y no necesariamente porque nacieran en el lejano país asiático.
Y a pesar de que en algunos países ven este tipo de apodos como términos racistas o discriminatorios, en los casos que contaremos hoy, nada tiene que ver con algo despectivo, sino más bien con algo que los mismos atletas han convivido sin tomarlo como un insulto y lo ven de forma afectuosa.
Por lo que en el Mes de la Herencia Asiática te contamos la historia de cinco deportistas de Sudamérica que llevan ese sobrenombre desde la infancia y nada tienen que ver con la cultura china pero que son más conocidos por su apodo.
Chino Maidana
Empecemos con uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos en Argentina, el nacido en Santa Fe, tuvo uno de sus picos más altos de su carrera cuando enfrentó a Floyd Mayweather y aunque tiene ya varios años en el retiro, el ‘Chino’ creció con ese sobrenombre gracias a su hermano mayor al ver sus ojos de origen asiático, hoy alejado de los cuadriláteros, el argentino que nunca peleó ante un pugilista asiático y que se retiró tras su segunda derrota ante ‘Money’ Mayweather.
Chino Tapia
Carlos Daniel Tapia es nuestro siguiente deportista en esta lista, que al igual que Marcos Maidana, no nació en la China pero en el mundo del fútbol y más allá de las canchas, es conocido cariñosamente con ese sobrenombre.
Tapia además es de los pocos futbolistas que en Argentina jugaron para River Plate y Boca Juniors pero no solo eso, sino que fue campeón vistiendo ambas camisetas y para completar su cuadro de honor, también fue campeón del mundo con Argentina en 1986.
Chino Garcé
Otro futbolista que nació en las inferiores de River Plate, creció con ese apodo y desde sus primeros días en los equipos menores del cuadro Millonario todos lo conocían más por su apodo que por su nombre.
Al ‘Chino’ Garcé también se le recuerda porque extrañamente Diego Armando Maradona lo convocó para el Mundial de Sudáfrica y aunque no jugó un solo minuto, se le recuerda por haber dado un discurso previo a un partido amistoso contra Haití, razón que convenció al ‘Diez’ para llevarlo a la Copa del Mundo “por su capacidad de liderazgo”.
Álvaro Recoba
Mientras que en Uruguay, tenemos a Álvaro Recoba, también conocido por sus ojos rasgados y que se ganó ese apodo desde los primeros días que salió a jugar en Curva de MAroñas, un barrio de la periferia de Montevideo y que incluso sus compañeros del Inter le llamaban cariñosamente ‘Chino’, el seleccionado charrúa alguna vez contó que caminando por las calles de Milán, un par de aficionados le llamaron por su nombre y no se dio cuenta hasta que le gritaron por su sobrenombre.
Recoba se retiró en el 2015 jugando para el club del que es hincha, Nacional de Montevideo pero en su último partido con el Inter de Milán donde fue ídolo de los hinchas Nerazzurros, se despidió con un gol olímpico.
Chino Zandoná
Este futbolista, último en el ranking, forma parte de una década importante en el fútbol sudamericano y que además, quedó marcado por una acción que tiene que ver más con el boxeo que con el fútbol pues se le recuerda más por el zurdazo que mandó literalmente a la lona a un rival.
Se jugaba un partido de la antigua Supercopa Sudamericana entre Flamengo y Velez Sarsfield, Edmundo había hecho dos goles en el triunfo sobre el cuadro argentino por 3-0 pero el juego fue subiendo de tono los ánimos se encendieron poco a poco hasta que Zandoná quedó mano a mano con Edmundo, el delantero brasileño con quien ya había tenido algunos cruces verbales y además se había burlado de los jugadores argentinos, hasta que le pegó un cruzado de zurda que lo mandó directamente a dormir, el partido terminó en escándalo