El Mundial de Alemania 1974 dejó para la historia a una de las mejores selecciones de todos los tiempos, un campeón ‘sin corona’, la Holanda de un Johan Cruyff brillante a la que solo le faltó el título pero también tuvo algunas otras situaciones pasaron a los libros de récords, no todas precisamente futboleras, como el partido del Munro de Berlín que por 90 minutos tuvo a las dos Alemanias en la cancha.
Alemania se dividió en dos en 1961, se construyó un muro que partía en dos los caminos que cada una eligió políticamente, de un lado, la República Federal Alemana y del otro la Democrática, un capítulo más de la ‘Guerra Fría’ que por ese entonces se vivía.
Pero la pelota, como bien dicen algunos, es caprichosa y quiso que justamente para ese Mundial de Alemania 1974, se produjera el único partido oficial entre estas selecciones, ante los ojos del mundo, algo que provocó desde el sorteo un clima bastante tenso.
Si ya Alemania se preocupaba para garantizar la seguridad de las selecciones y de sus visitantes luego de los hechos terroristas de los Juegos Olímpicos de Múnich 72′, esto le agregó una carga de tensión muy importante.
Alemania 1974: El Partido del Muro
El partido se jugó bajo un operativo de seguridad casi nunca visto durante esos años, ni un partido de alto riesgo en Europa o algún clásico tenia ni tuvo un operativo policial en esos años como el duelo que también se conoció como ‘El Partido del Muro’.
Alemania Federal llegaba a su Mundial como el favorito no solamente para ganar su grupo sino el torneo y enfrente tenía a sus vecinos que llegaban con algunos jugadores notables pero no mucho más que eso.
Por lo que el cuadro de Paul Breitner, Sepp Maier, Gerd Müller y Franz Beckenbauer, era ampliamente favorito para ganar ese ‘clásico’ que se disputó en Hamburgo pero como señalamos líneas arriba, la pelota es caprichosa.
Ese día el triunfo se lo llevó la Republica Democrática por 1-0, con un gol de Jürgen Sparwasser provocó una de las sorpresas más grandes de los mundiales y en especial, Alemania 1974 vio el resultado menos lógico del certamen.
Años después, se especuló que el futbolista que hizo el gol aquella noche en Hamburgo terminó refugiándose en la Alemania Federal poco antes de la caída del Muro, aunque también se dijo que por ese gol se ganó una mansión y un auto de lujo, noticia que el mismo Sparwasser desmintió.
Sin duda, Alemania 1974, vivió uno de esos episodios en las copas del mundo que pasan a la historia no por el resultado, sino por el contexto político que los rodea y ese fue quizá el primero de otros que hemos visto en la era moderna de los mundiales como el Estados Unidos vs Irán de 1998 o el Argentina vs Inglaterra de 1986, cuatro años después del conflicto de las Malvinas.